Huelga. Guillermo Fariñas realizó una huelga de hambre que sensibilizó al Gobierno cubano, sin embargo, casi le cuesta la vida.
El disidente cubano Guillermo Fariñas, quien pasó 135 días en huelga de hambre para exigir la liberación de presos políticos, recibió ayer el alta médica y regresó a su casa en la ciudad de Santa Clara, confirmaron familiares.
El psicólogo y periodista independiente de 48 años, cesó su ayuno voluntario hace tres semanas en el hospital provincial de Santa Clara al comenzar la excarcelación de reos, 20 de los cuales viajaron a España y el disidente parapléjico Ariel Sigler a Estados Unidos.
Mientras Fariñas se mantenía sin ingerir alimentos había 52 presos en distintas cárceles del grupo original de 75 condenados en 2003 apenas de entre seis y 28 años de cárcel durante la llamada ‘primavera negra’.
Fariñas, quien estuvo al borde de la muerte en la sala de cuidados intensivos del hospital Arnaldo Milian, inició su huelga el 24 de febrero, un día después de la muerte del preso opositor Orlando Zapata tras 85 días en huelga de hambre.
El Gobierno del presidente Raúl Castro y la Iglesia Católica iniciaron en mayo pasado un inédito diálogo que culminó con la excarcelación de los disidentes, y ahora se espera a ver qué pasará con el resto de los reclusos que declinaron ir a España.
La esposa de Fariñas, Clara Pérez, y el médico disidente que sigue su caso, Ismeli Iglesias, dijeron a periodistas que ya ingiere todo tipo de alimentos pero que les preocupa el trombo que tiene en la zona del cuello y que requerirá tratamiento durante varios meses con anticoagulantes.
