El número dos en la jerarquía de los Legionarios de Cristo rompió su silencio el jueves en vísperas de una reunión en el Vaticano para discutir el futuro de la orden tras las revelaciones sobre la vida secreta de su difunto fundador.
El reverendo Luis Garza Medina dijo que comprendió que las denuncias de abusos de menores contra el sacerdote Marcial Maciel eran ciertas apenas en 2006, cuando el Vaticano ordenó al fundador dedicar el resto de su vida a la penitencia y la oración.
En marzo pasado los Legionarios reconocieron explícitamente que Maciel había abusado sexualmente de seminaristas, tenía una hija y otros dos hombres decían ser hijos suyos.
Garza Medina dio una entrevista al diario romano La Repubblica un día antes de que cinco expertos del Vaticano presentaran su informe sobre la orden al secretario de Estado vaticano, cardenal Tarcisio Bertone.
