Buena entrada. Edith González y Rosa María Bianchi reunieron a mil 100 laguneros (cifra oficial), entre las dos funciones que dieron ayer de Buenas Noches, Mamá.
La falta de comunicación entre seres humanos que conviven bajo un mismo techo y la búsqueda del verdadero sentido de la vida, salieron a relucir ayer gracias a un duelo de actuaciones concebido por dos reconocidas actrices, una mexicana y la otra argentina.
Edith González y Rosa María Bianchi conmovieron al máximo al público lagunero, que se dio cita en el Teatro Isauro Martínez para presenciar la obra Buenas Noches, Mamá; cuyo texto lo escribió en 1983 la novelista estadounidense Marsha Norman.
En entrevista con esta casa editora, Edith y Rosa María hicieron hincapié, en que la puesta en escena no estaba dirigida sólo a mujeres, y tal parece que los caballeros atendieron a los comentarios de las artistas, ya que varios acudieron a las dos funciones.
A las 7:15 de la tarde se escuchó en el recinto cultural "esta es la tercera llamada, comenzamos". El escenario del TIM se convirtió entonces en un hogar de clase media compuesto por sala, comedor y una recámara.
Bianchi y González se transformaron en "Thelma" y "Jéssica" madre e hija respectivamente, quienes se enfrentaron a un duro análisis de sus vidas, en el que el pasado terminó por fastidiarles el presente.
Sin tapujo alguno, "Jéssica" le comunica a su progenitora que se quitará la vida. La idea, exclamó, "se me vino a la mente desde hace 10 años; de todos modos siempre he estado fría por dentro". Por su parte, "Thelma", le da infinidad de razones para que no tome la pistola y se dispare, "Te vas a ir al infierno si lo haces".
Poco a poco, diálogo tras diálogo fueron saliendo a la luz las razones por las que "Jessi" había tomado la drástica decisión.
A lo largo de la trama, "Jéssica", quien sufre de epilepsia, interrumpe a cada rato a "Thelma" e incluso le explica cómo dará la noticia de su deceso y a quién deberá llamar primero, para comunicarle el trágico acontecimiento.
Aunque en ocasiones el público rio con ciertos parlamentos de los personajes, los momentos dramáticos abundaron, permitiendo que la ex Aventurera y la mamá de José María de Tavira, lucieran al 101 por ciento su capacidad histriónica, logrando conmover a los espectadores.
En los 120 minutos que duró el montaje, mismo que no contó con intermedio, se pudo constar cómo en una relación de dos personas, en este caso mamá e hija, se pueden mezclar reproches, rivalidades y amarguras con amor, ternura y alegría.
"Espero que con Buenas Noches, Mamá, la gente descubra el verdadero sentido de la vida. A veces se nos olvida que estar vivos es una maravilla", dijo Edith González a El Siglo de Torreón sobre la obra, la cual le dio un premio Pulitzer a su autora, Marsha Norman en los ochenta.
Se pelean por entrar
Un tremendo zafarrancho ocurrió en la entrada principal del Teatro Isauro Martínez, debido a que las puertas se abrieron hasta las 7:00 de la tarde, hora programada para la primera función, lo que ocasionó que se hiciera una larga fila y los espectadores se desesperaran.
“Oiga no se meta, respete”, gritó una señora a un señor que, acompañado de su esposa, se instaló justamente en el acceso sin formarse. Luego, otras damas también se acercaron para reclamarle, sin embargo, no lograron su objetivo ya que al abrir, el caballero y su acompañante fueron los primeros en ingresar.
Uno de los empresarios dijo a esta casa editora, que la mudanza con la escenografía de la obra llegó tarde a Torreón, “incluso las actrices arribaron a la ciudad desde muy temprano, pero irónicamente lo que se tardó fue la utilería y todo lo necesario para realizar el montaje”; éste se instaló rápidamente.
