Haití dejará de ser el país más pobre del hemisferio occidental y se convertirá en una nación emergente para 2030, expresó hoy el primer ministro haitiano Jean-Max Bellerive, durante una sesión especial en la ONU. (EFE)
Haití dejará de ser el país más pobre del hemisferio occidental y se convertirá en una nación emergente para 2030, expresó hoy el primer ministro haitiano Jean-Max Bellerive, durante una sesión especial en la ONU.
'Haití surgirá como un país emergente de aquí al año 2030, como una sociedad igualitaria, justa y solidaria, que viva en armonía con el medioambiente y su cultura, y que tenga una base moderna bajo un Estado de derecho', explicó Bellerive.
El jefe de gobierno haitiano participó en la 'Conferencia internacional de donantes hacia un nuevo futuro para Haití', celebrada en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La cita tiene como objeto delinear la asistencia humanitaria de largo plazo para Haití, devastado el 12 de enero pasado por un terremoto que causó la muerte de 230 mil habitantes y afectó a más de tres millones de personas.
La comunidad internacional ya se ha comprometido a otorgar tres mil 900 millones de dólares para los esfuerzos de reconstrucción en Haití durante los siguientes 18 meses.
La conferencia fue organizada por Estados Unidos, y copatrocinada por Brasil, Francia, España, Canadá y la Unión Europea. Participará también durante la sesión la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa.
'Nos comprometemos a resolver nuestras diferencias, remontar nuestras dificultades, e instaurar un clima de confianza, transparencia y honestidad', declaró Bellerive, al delinear las prioridades de su gobierno para la reconstrucción de Haití.
El funcionario haitiano dividió los retos en tres fases. La primera, que comienza en los siguientes seis meses tras la tragedia, basada en asistir a la población directamente afectada por el sismo y a restituir las funciones básicas del gobierno nacional.
La segunda etapa considera los siguientes 18 meses luego del sismo y está basada en la construcción de un Haití descentralizado fuera de Puerto Príncipe, la capital, que fue la mayormente afectada. Asimismo se fortalecerán los proyectos de desarrollo local.
Finalmente, la tercera etapa es la de largo plazo, que está asentada en la refundación de las instituciones haitianas, comenzado por su policía, su parlamento, sus autoridades judiciales y sus aparatos de asistencia.