Ola de violencia. El corredor Canatlán-Nuevo Ideal-Santiago Papasquiaro se caracteriza por asesinatos, secuestros y extorsiones.
Canatlán, Dgo.
Con la primera luz del día y a un lado de mínimo 30 casquillos percutidos calibre 2.23 y 9 mm se encontraron ayer cuatro cadáveres en el kilómetro 45 de la carretera Durango-Parral, todos del sexo masculino y con el rostro envuelto con cinta canela. No portaban documentos que los identificaran pero pasado el mediodía fueron reconocidos por sus esposas.
Poco después de las siete de la mañana de ayer militares, agentes estatales de investigación y personal del Servicio Médico Forense (Semefo) tras ser puestos sobreaviso del macabro hallazgo se trasladaron al lugar de los hechos.
Los cuerpos se localizaron cerca de un montículo del material que se emplea en la construcción de un puente para el paso del ganado (parte de la obra de modernización de la rúa), poco antes de una gasolinera y de la Escuela Normal J. Guadalupe Aguilera.
A las cuatro personas se les aprecian diversas heridas producidas por proyectil disparado por arma de fuego.
Cabe mencionar que en ese mismo tramo carretero el pasado viernes 7 de mayo se encontraron dos hieleras de unicel en cuyo interior se depositaron dos cabezas humanas, las que al día siguiente fueron identificadas.
La población del corredor Canatlán-Nuevo Ideal-Santiago Papasquiaro es azotada por una ola de violencia que deja tras de sí decapitaciones, asesinatos, secuestros y amenazas a autoridades municipales.