La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) en el estado, dijo que durante los recorridos que efectuaron inspectores por las playas de la región de la Costa Grande y Acapulco encontraron en menos de una semana 109 tortugas marinas golpeadas y en estado de putrefacción.
El delegado de la dependencia federal, Joel Tacuba García, dijo que probablemente las especies de las tortugas que son golfinas murieron al enredarse en las redes de algunos barcos que pescan mar a dentro y el fuerte oleaje las arrojo a las orillas de la franja de arena.
Personal de PROFEPA, Secretaría de Marina y Pesca al recorrer las playas de la Costa Grande encontraron la mortandad de tortugas marinas y para saber las causas de su muerte se realizo la necropsia a algunos ejemplares de quelonios donde se encontró múltiples golpes.
A otras se les detecto agua en los pulmones y murieron por ahogamiento y lesiones múltiples.
El funcionario federal, informó que el 6 de abril en diferentes puntos de playa de Potosí, en el municipio de Petatlán región de la Costa Grande del estado se encontraron muertas 22 ejemplares de tortuga marina de la especie golfina donde 12 eran machos y 10 hembras.
Ayer inspectores encontraron en las playas San Valentín, Cerro del Huamilule y la Barrita del municipio de Petatlán otros 72 ejemplares de tortugas muertas.
Personal de la zona naval de Zihuatanejo junto con inspectores de Profepa realizaron recorridos de vigilancia en altamar para detectar más quelonios muertos.
Tacuba García, dijo que la muerte de las tortugas no se debe al saqueo de nidos ni mucho menos que los pobladores las hayan asesinado sino que hay evidencias de que murieron ahogadas y golpeadas.
También fueron encontradas otras cinco tortugas muertas en las playas de Bonfil y Barra Vieja en la zona del Acapulco Diamante.
La PROFEPA no tiene el reporte de que en las playas de Coyuca de Benítez, en la Costa Grande se hayan encontrado más tortugas golfinas muertas.
Personal de PROFEPA y del INAPESCA continuarán con la investigación, mediante la realización de necropsias que permitan ampliar el análisis forense para identificar las posibles causas de la mortandad de las tortugas marinas.