Esta mañana, en el interior de la celda número cinco del área de sentenciados "A'', en el Centro de Readaptación Social (Cereso) No. 1 de Durango, fue encontrado colgado y sin vida el interno Tobías García Ramírez, quien contaba con 70 años de edad.
El recluso tenía dos procesos por el delito de homicidio de once personas y estaba recluido en el penal desde el mes de enero del 1999, con una sentencia de 30 años, la cual era la pena máxima en el año de su detención.
Tres elementos de la entonces Policía Judicial del estado formaban parte de sus víctimas a quienes ultimó en el 1991; esta persona era cabecilla de una gavilla de delincuentes que operaba en los municipios serranos.
Extraoficialmente, al occiso se le atribuía la autoría de más de 50 homicidios en varios años, todos ellos en la región de Las Quebradas.
El interno era originario de Santa Cruz, del municipio de Santiago Papasquiaro, y de acuerdo a la Procuraduría General de Justicia del estado, la causa de su muerte fue asfixia.
Tobías García fue encontrado colgado con una cuerda nylon de color amarillo en los barrotes de su celda, luego de que sus compañeros de área regresaban del desayuno y quienes dieron parte del hallazgo a las autoridades del penal.