Heidi es madre de cuatro hijos y no es extraño que su abdomen haya cedido al constante estiramiento y que ahora ya no luzca firme y plano, sino que se vea flácido, lo cual se puede observar en fotografías que se pudieron captar durante unas de sus vacaciones.
En 2007, la revisita Forbes nombró a Heidi Klum como la tercera modelo de mayores ingresos en el mundo, dentro de una lista de 15. Para ese año, la alemana ya era una celebridad de las pasarelas, los negocios y la televisión.
No es que esa situación haya cambiado, pues ella se conserva igual de millonaria y guapa, prueba de ello son las recientes imágenes en la que aparece semidesnuda para la revista GQ, pero también es cierto que el tiempo pasa y deja sus huellas.
Heidi es madre de cuatro hijos y no es extraño que su abdomen haya cedido al constante estiramiento y que ahora ya no luzca firme y plano, sino que se vea flácido, lo cual se puede observar en fotografías que se pudieron captar durante unas de sus vacaciones.
La explicación es la siguiente, durante el embarazo, las paredes elásticas se estiran (se calcula puede expandirse casi diez veces) para poder albergar al bebé y permitir así su gradual crecimiento.
Los meses de gestación representan una rigurosa prueba para la piel, la cual muchas veces no está preparada para soportarla. Desde luego, existen ejercicios y productos que ayudan a recobrar la tonicidad; desafortunadamente, en ocasiones no resultan suficientes debido a las condiciones de la piel.
En estos casos, muchos cirujanos plásticos recomiendan someterse a una operación quirúrgica llamada abdominoplastia o dermolipectomía abdominal, que tiene como objetivo reducir el sobrante de piel y de tejido graso en la mitad inferior del abdomen, además de fortalecer la musculatura abdominal y procurar aplanar el abdomen.
La intervención está indicada cuando la flacidez ha alcanzado un grado representa problemas para el paciente, ya sean funcionales o estéticos.
Para poder practicarla, la paciente debe estar lo más cerca posible de su peso ideal porque esto facilita la intervención y disminuye la incidencia de complicaciones en el proceso de recuperación.
Los médicos advierten que no es posible realizar una dermolipectomía sin dejar algunas cicatrices que serán permanentes; sin embargo, la mejoría estética compensa las secuelas, salvo en aquellas pacientes con problemas de cicatrización. La abdominoplastia no es un sustituto para una reducción de peso en caso de obesidad.
Como en cualquier intervención, el estado general de la paciente debe ser adecuado para minimizar los riesgos operatorios. Se desaconseja realizar esta intervención a mujeres que tengan previstos nuevos embarazos.
Para esta intervención se requiere de anestesia general y dura entre dos y tres horas. Es normal que durante los primeros días (o semanas) exista una ligera hinchazón en el cuerpo que irá disminuyendo con el tiempo.
