Un consumo adecuado de agua protege al bebé, pues constituye 98% del líquido amniótico, el cual ayuda a la protección del bebé ante amenazas mecánicas, térmicas y bacteriales, por lo cual contribuye al correcto desarrollo de su aparato digestivo, músculos y huesos.
A nadie escapa el hecho de que hidratarse es un asunto de vida, pero quizá no se piensa en lo importante que es beber agua para una mujer durante el embarazo, alumbramiento y lactancia, así como en la vida de un bebé.
Adriana Navarro Pinzón, nutrióloga infantil del Instituto Nacional de Pediatría, pone sobre el escenario que un consumo adecuado de agua protege al bebé, pues constituye 98% del líquido amniótico, el cual ayuda a la protección del bebé ante amenazas mecánicas, térmicas y bacteriales, por lo cual contribuye al correcto desarrollo de su aparato digestivo, músculos y huesos.
Las virtudes líquidas
Son muchas sus funciones, por ejemplo facilita el flujo de nutrientes hacia el torrente sanguíneo de la sangre y su distribución por todo el organismo del bebé.
Y nadie pude dejar pasar que se debe compensar la pérdida de líquidos: una mujer lactante produce alrededor de 750 mililitros de leche diariamente para la alimentación de su bebé, por ello es necesario aumentar el consumo de agua para evitar la deshidratación, indica la nutrióloga.
Recuera que tomar agua es la medida más saludable para mantenerse bien hidratado, ya que no contiene azúcar, calorías, cafeína u otro tipo de sustancias, es así que fomentar el consumo de agua desde la infancia significa la posibilidad de crear un hábito saludable para toda la vida.
Además, dice Navarro Pinzón, sirve como transporte para eliminar los productos de desecho del metabolismo de proteínas, grasas e hidratos de carbono desde las células por los diferentes órganos (piel, riñón y aparato digestivo) hasta llevarlos fuera del cuerpo.
Buen trago
En México, las mamás necesitan “un aliado confiable para complementar su nutrición durante el embarazo y el desarrollo de su bebé”, dice Daniel Ordóñez, director de Mercadotecnia de Bonafont, cuya agua es la única “recomendada por la AMP (Asociación Mexicana de Pediatría)”. Afirma que “provee a nuestras futuras mamás y a sus bebés de agua ligera de la más alta calidad y pureza que les permite tener una adecuada hidratación durante el embarazo y la etapa de lactancia; y sentar las bases adecuadas de un adulto con estilos de vida saludables”.
La primera infancia es la etapa fundamental en la que se siembran los hábitos que permanecerán toda la vida. El fomento del consumo de agua desde pequeños es una herramienta efectiva en el desarrollo de niños fuertes y de adultos sanos.
Tips para la correcta hidratación
Tener a la mano una botella de agua en momentos clave: a lo largo del periodo de lactancia, al salir de casa por la noche, durante trayectos largos y de vacaciones; tomar constantemente traguitos de agua, aún cuando no tenga sed, para prevenir la deshidratación; acompañar las comidas con agua natural y es importante consultar al médico para aclarar cualquier duda acerca del requerimiento exacto de agua: “Un bebé sano necesita de una mamá sana”.