Experiencia. Roberto Gómez Fernández no tuvo un papá 'normal', a diferencia de los demás, el suyo tenía el 'poder' de convertirse en Chapulín, un viejito doctor o en un 'Chavo' travieso.
Roberto Gómez Fernández (México, 16 de marzo de 1964) se casó en Acapulco con la actriz Jessica Coch. Todo un acontecimiento social en el medio televisivo donde se desenvuelve el productor, peso pesado entre los ejecutivos de Televisa y a la sazón hijo primogénito del legendario Roberto Gómez Bolaños, Chespirito.
"La boda no fue vendida a ninguna revista del corazón y no porque hayan faltado ofertas", dice en entrevista un poco presumido el joven tímido y parco que ha sabido brillar en el incandescente cielo de su famoso padre.
En su austera oficina de Televisa San Ángel, RGF guarda la maleta roja de El Chapulín Colorado, hay un muñeco gigante de El Chavo del Ocho, empaquetado primorosamente en una caja.
De cuerpo magro, rostro amable y mirada profunda, el productor se para varias veces de su sillón, cruza las manos, cruza los brazos y, frente a una pregunta directa, parece contar mentalmente hasta 10 antes de responder a veces en monosílabos, otras en un tono encendido que delata que hay mucho más en él de lo que muestra.
→ ¿Qué cosas lo definen?
-Las cosas simples. Soy un poco romanticón. Soy un tipo relajado que escucha boleros, aunque si hablara estrictamente de música, tendría que decirle que me gusta de todo tipo. Me gusta mucho la música, eso me define, supongo.
→ ¿La música ha sido importante en su familia?
Sí, sin duda, ha sido un complemento en la vida profesional de mi padre. Es autor de una que otra tonada.
→ ¿Le gusta hablar de su padre?
Sí, claro. Una pregunta que es muy difícil de contestar es, qué se siente ser hijo de Roberto Gómez Bolaños, porque yo desde muy chico veía a un señor famoso que se iba a trabajar vestido de rojo y amarillo. Ese era el trabajo regular de mi padre. Entonces eso era lo normal para mí. Así que no sé qué se siente. Por supuesto, ya cuando crecí y me di cuenta de la dimensión de mi padre, creció también en mí un gran orgullo. Aunque tanto mis hermanas como yo, lo seguimos viendo fundamentalmente como padre.
→ ¿Alguna vez sintió que su padre no era totalmente suyo?
-Muchas veces y he llegado incluso a cuestionarle la falta de tiempo que nos dedicaba. Ahora lo entiendo y lo agradezco. Parece que no viene al caso lo que voy a comentar, pero estoy muy enojado con Lorena Ochoa. Por supuesto que dedicarle tu vida a la familia es irrefutable, pero en la número uno ese principio no se vale, porque le está quitando a México la posibilidad de un puesto importante de reconocimiento internacional. Si mi padre hubiera dicho a los 28 años: "Me voy a dedicar a mi familia", no se hubiera valido. Los mexicanos se hubieran quedado sin esa alegría que mi padre les brindó durante tanto tiempo.
→ ¿Le ha dolido a usted cierta reticencia de la intelectualidad mexicana, a la hora de reconocer la valía de su padre en la cultura nacional?
Lo entiendo, es normal. Cierto perfil intelectual tiende a demeritar cualquier cosa que tenga raíz popular. Si quien lo minimizara fuera la voz popular, entonces pensaría que algo está mal.
→ ¿Cree que a él le preocupa conservar el amor de la gente?
No sé si preocupar sea la palabra, pero le toma mucho tiempo tratar de estar vigente. El tema con él es que empezó a tener fama desde muy grande. Roberto Gómez Bolaños tenía 41 años cuando se hizo famoso y eso lo ayudó a asimilarlo mejor.
→ ¿Ha sido un padre regañón?
No, para nada, al contrario, se excedió en la falta de regaño. Creo que parte de su genialidad, porque debo decir que mi padre es un genio desde muchos puntos de vista, también estaba presente en el trato que tuvo con sus hijos. En vez de regañarnos, nos sentaba para que tratáramos de entender qué habíamos hecho mal.
→ ¿Buscó la aprobación de su padre?
Desde muy chico. Para mí era importante que él se diera cuenta de lo bueno que era jugando futbol.
→ Ahora su padre es un muy crítico con la televisión, nada le gusta...
No sé hasta qué punto tenga razón o no. La verdad es que en la historia de él conmigo, siempre he pensado que critica de más, pero luego el tiempo le termina dando la razón. Ahora me encuentro en esa circunstancia en la que siento que está criticando excesivamente y espero de todo corazón que el tiempo no le dé tanto la razón, sobre todo en cuanto a mis programas.
→ No tuvo opción a la hora de elegir profesión, al menos eso parece...
Bueno, desde chico lo que más quise, antes que la televisión, fue ser director de cine. Y eso perdura. En la adolescencia me interesé un poco por la arquitectura y la economía, pero me quedé con la televisión
→ ¿Puede desistir de un buen actor si no propicia buen clima de trabajo?
Por supuesto. Trabajar a gusto es lo más importante, después está el talento. Íbamos a tener a un gran actor en Matrimonios, de quien no voy a decir el nombre, pero canceló muchas citas y eso no me sonó muy formal, así que preferí desistir.
→ ¿Este proyecto es un remake?
Matrimonios, es una novela colombiana que haremos en México.
→ ¿Matrimonios va a tener humor?
Tiene algo de humor, pero será principalmente un melodrama con una estructura un poco diferente.
→ ¿Es un hombre fuerte de Televisa?
No sé qué quiere decir eso, pero creo que tengo un lugar importante que ha sido circunstancial, no es algo que haya buscado. Tengo más de lo que he deseado. Me estorba una responsabilidad tan grande...
→ ¿No siente a veces ganas de dejar todo e irse a dirigir una película?
Todos los días amanezco con ese sentimiento. No me interesa el poder en lo mínimo y lo tengo, por eso me estorba. A veces estoy más cómodo en la trinchera del set o con mis amigos de la primaria que con el vicepresidente de ABC Televisión.