"Madam Secretary, soy un miembro del Servicio Exterior que acaba de ser asignado a Paraguay... el Departamento de Estado continúa discriminando a mi novio, mi familia, con varias políticas... le pongo un ejemplo. Si estuviese asignado en algún lugar del mundo que fuese objeto de una evacuación urgente, yo estaría obligado a dejar ese país de manera inmediata, pero el Departamento de Estado no estaría obligado legalmente a ayudar en la evacuación de mi novio. Quisiera saber si considera esta política como inaceptable y si va a hacer algo para cambiar esta discriminación".
En febrero del año pasado, apenas un mes después de que Hillary Clinton tomara las riendas de la diplomacia estadounidense, un joven diplomático llamado Ralan Hill rompió todas las formas y el protocolo diplomático al lanzarse a la yugular y formularle esa pregunta a la entonces nueva secretaria de Estado.
Hillary en ese momento le prometió al joven diplomático que revisaría las políticas del Departamento de Estado y le ofreció revisar qué se podría cambiar. Tres meses y medio después, en mayo del 2009, la secretaria de Estado anunciaría que la dependencia a su cargo sería la primera del Gobierno estadounidense en otorgar los mismos derechos y prestaciones a sus empleados y a sus parejas, sin importar su orientación sexual.
Con ello, el Departamento de Estado estadounidense, por ejemplo, ahora otorga un pasaporte diplomático no sólo a David Huebner, el embajador estadounidense en Nueva Zelanda, sino también uno a Duane McWaine, su pareja desde hace 20 años. Huebner es apenas el cuarto hombre abiertamente homosexual en ser nombrado Embajador de Estados Unidos y ratificado por el Senado.
La orientación sexual de Huebner no debería ser un tema, sino más bien su competencia y su preparación para el cargo. Sin embargo, sí es un tema porque apenas en el 2001 Michael Guest fue el primer hombre abiertamente homosexual en ser nombrado y ratificado como embajador estadounidense -ante Rumania y bajo la Presidencia de George W. Bush- y porque en el 2004 Guest renunció a su cargo y a su carrera de 26 años en el Servicio Exterior de su país porque se hartó de que su pareja nunca recibió los mismos derechos y beneficios que las parejas de sus colegas heterosexuales en otras misiones diplomáticas estadounidenses en el mundo.
Junio fue declarado como el mes del orgullo LGBT por el Gobierno de Barack Obama. Lo mismo en la página del Departamento de Estado, que en la página de la Presidencia estadounidense, como en las páginas de otras dependencias, se destacaron perfiles con fotos de los funcionarios abiertamente gays o lesbianas que trabajan en las distintas dependencias, así como cada mes lo han hecho con el llamado mes de la hispanidad y con el mes de la herencia asiática y otros más.
Adicionalmente, Hillary recibió a un grupo de activistas LGBT en el Departamento de Estado a los que les recordó que en el año 2000 ella fue la primer esposa de un presidente estadounidense en participar en una marcha del orgullo gay. Además, desempolvó su discurso de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, de 1995, y lo refraseó al decir que reconocía que "los derechos humanos son derechos gays y los derechos gays son derechos humanos." Así, sin más.
De igual forma, Obama hizo lo propio al abrirle las puertas de la Casa Blanca a un grupo de activistas LGBT (lésbicos-gays-bisexuales-trans) a quienes les recordó los temas de la agenda LGBT que su Gobierno ha impulsado y resaltó la firma de un memorándum presidencial por el que ordena a todas las dependencias del Gobierno Federal el otorgar los mismos derechos a todos sus empleados, sus parejas y familias sin importar su orientación sexual. Además, ese memorándum reconoce a l@s hij@s de las parejas del mismo sexo en unión civil y ordena a las dependencias federales otorgarles derechos.
En otras palabras, Obama y Hillary han dado un paso gigantesco para reconocer los derechos de las personas LGBT, al menos de las que trabajan para el Gobierno, al tiempo que han hecho un reconocimiento explícito de que las familias encabezadas por dos papás o dos mamás existen, necesitan ser protegidas y reconocidas por el Estado, en lugar de perder el tiempo en alimentar la ignorancia sobre si las parejas del mismo sexo pueden o no adoptar hij@s. Obama y Hillary, dos funcionarios orgullos@s de la diversidad de su país, mientras que en México...