Proceso. El primer juicio oral inició y no concluirá hasta que se eliminen o desahoguen todos los elementos de prueba. Los jueces no conocieron ningún solo dato del caso antes de que empezará la audiencia, situación que le da sentido de transparencia. JOSÉ JUAN TORRES / EL SIGLO DE DURANGO
Inició ayer en Durango el primer juicio oral en la historia del país, después de la reforma constitucional celebrada en el Congreso de la Unión el 18 de junio del 2008; tanto Apolonio Betancourt Ruiz, presidente del Tribunal Superior de Justicia, como Daniel García Leal, procurador de Justicia, coincidieron en que es una fecha histórica, pues en menos de cuatro meses se dictará sentencia en un caso que en el sistema tradicional se llevaría más de un año.
Tres jueces, enfrente de ellos la parte acusatoria y la defensa, y en la entrada de la sala los medios de comunicación y el público en general. Así dio inicio el primer juicio oral y público en Durango.
El caso juzgado fue por el delito de homicidio, cometido a finales de diciembre de 2009 en el poblado Llano Grande, municipio de Durango.
TRANSPARENCIA Se quedaron atrás 200 años de historia de un sistema penal ya obsoleto, ejecutor y "oscuro", comentó el Procurador; ahora, se tiene un nuevo sistema caracterizado por la transparencia, prontitud y apego a los derechos humanos, agregó.
Por su parte, Apolonio Betancourt comentó que antes casos como éste se hubieran tardado más de un año, pues cada mes se mandaba llamar a un testigo, se archivaba todo por escrito y el juez ni conocía al imputado; ahora, el juez escucha de viva voz a todas las partes y se graba toda la audiencia.
15
TESTIGOS
Llevaron tanto la parte acusatoria como la defensa.
115
DÍAS
Fue el tiempo que tardó la autoridad para iniciar el juicio oral.
El imputado se declara culpable
Ayer, después de cinco horas de audiencia, el juicio se suspendió para continuar hoy, ya que fueron cerca de 15 los testigos que presentaron y tenían que rendir su declaración.
Durante el juicio, el agente del Ministerio Público informó que al imputado se le aseguró el cuchillo con el que le dio muerte a Aarón Venegas Miranda y se dijo que éste había aceptado su participación en el crimen, pues desde un inicio se declaró confeso.
Por su parte, la defensa aportó la declaración del imputado: "jamás tuve la intención de matarlo", y lo sustentó señalando el hecho de que éste se entregó voluntariamente ante la autoridad de la localidad donde se registró el delito.
