Salud. Las campañas de prevención van más dirigidas a la salud de la mujer y el niño, que a la del hombre. Por lo que es común que las duranguenses acudan a revisiones periódicas.
Las estadísticas de defunción de enero a noviembre del 2009 señalan que el tercer tipo de cáncer más letal en Durango es el de próstata. En gran medida esto se debe a que los varones tienen menos cultura de cuidar de su salud que las mujeres.
FALTA DE INFORMACIÓN
"Es algo rutinario que una mujer vaya a hacerse un papanicolau, está más acostumbrada a hacerse revisiones, el varón no. La mujer ya venció el miedo de ir con su médico con toda la intimidad", explicó Ana María Fajardo, titular del área de Epidemiología de la Secretaría de Salud en la entidad.
El cáncer más letal registrado por la Secretaría de Salud en la entidad es el pulmonar, por el cual murieron 91 personas en los primeros 11 meses del año pasado; mismo lapso en el que fallecieron 52 personas por cáncer de estómago, mientras que 44 varones fallecieron por cáncer de próstata.
"Los hombres todavía se resisten a hacerse los exámenes para detectar a tiempo el cáncer de próstata", señaló Fajardo Gómez.
AL ALCANCE La epidemióloga reconoció la falta de campañas de Salud dirigidas para el género masculino, pues la mayoría se enfoca a la mujer y los infantes.
Actualmente los exámenes se pueden hacer mediante una muestra de sangre que mide el antígeno prostático, el cual detecta niveles de circulación que determina factores de riesgo de desarrollar células cancerígenas. Si son detectadas, el segundo paso es una biopsia.
La prueba del antígeno prostático se realiza en el Hospital General y se practica luego de un cuestionario sobre los síntomas del paciente.
"Éste debería ser un examen rutinario para el varón, pero todavía hay falta de sensibilidad del género masculino y la costumbre de no ir al médico, hasta cuando ya tienen una molestia fuerte". Los primeros síntomas de crecimiento de próstata son dificultad para orinar, en ocasiones sin conseguirlo, y goteo terminal.
Anteriormente sólo existía la revisión manual de la próstata, a la cual muchos varones rehuían, a la fecha esta negligencia aún dificulta diagnosticar desde un crecimiento hasta un cáncer.