"Un reino fundado en la
Injusticia nunca dura."
Séneca
México es un país de impunidad no sólo por los delitos que nunca son castigados sino por el elevado número de inocentes encarcelados. Un lector me cuenta su caso:
Juan Manuel Figueroa Pacheco tiene 32 años; es delgado y moreno. "Soy abogado por la UNAM... Tengo un homónimo exacto. La diferencia con el otro Juan Manuel Figueroa Pacheco es que casi llega a los sesenta años, es rubio y obeso, y se dedica a defraudar personas ofreciéndoles casas que no existen por 50 mil pesos al contado como enganche... Mi homónimo ha defraudado en ocho años a más de 300 personas; y la lista sigue aumentando pues... sigue en libertad."
En 2003 un grupo de agentes judiciales se presentó por primera vez en el domicilio del lector en busca del homónimo. "Desde entonces he destinado buena parte de mis ingresos personales a la aclaración de mi homonimia..."
En diciembre de 2007 Figueroa Pacheco, el lector, fue detenido. Pensó que al comprobarse su identidad quedaría libre. "No fue así. Me achacaron 250 denuncias acumuladas y 15 diferentes órdenes de aprehensión... Una semana, una huelga de hambre y 200 mil pesos después pude salir del reclusorio."
"Mis padres y mis hermanos se cooperaron... A pesar de que las pruebas a mi favor eran contundentes (empezando por la media filiación)... tuve que darles una propina de 50 mil pesos a dos de tres jueces (uno de ellos al principio no entendía lo que quería decir "homonimia"). Sesenta mil fueron para mis nuevos abogados y el resto para sobrevivir siete días encarcelado."
"Las cárceles mexicanas son el reflejo más nítido de la pudrición institucional de nuestro país... En el reclusorio absolutamente todo cuesta. Cincuenta mil mensuales por una celda como la mía (compartida con otros tres y sin amueblar). Todo el mundo tiene que pagar por dormir, así sean cinco pesos diarios.... La comida también cuesta. Me refiero a la que están obligadas a dar las autoridades, que consiste en frijoles hervidos revueltos con soya texturizada... Ir a los juzgados también cuesta. Diez o cinco pesos, dependiendo de la importancia de la audiencia. Si no se paga, no lo dejan presentarse a uno al juzgado (que está ahí mismo en el reclusorio) y entonces se difiere la audiencia.... Conocí a dos hermanos oaxaqueños que llevaban ya dos años sin tener idea de por qué los habían encarcelado y sin poder darles razón a sus mejores de dónde estaban."
"La realidad carcelaria no es igual para todos. Por diez mil pesos de entrada y cuatro mil mensuales cualquiera puede tener un celular. En mi pasillo había algunos 'niños Telcel', llamados así por... extorsionar vía celular. No eran cinco ni diez. Durante el día mi pasillo parecía call center..."
"Cuando por fin me [entregaron] mis actas de inmediata excarcelación (para lo cual influyó mucho menos mi inocencia que el dinero que logré reunir), la custodia de la última aduana no me dejaba salir sin haber comido 'Porque no querían problemas con la CDH-DF', a lo que les respondí secamente que la comida sería lo último que recordaría en materia de derechos humanos en ese lugar..."
"Tanto mis abogados como algunos profesores de la Facultad de Derecho me advirtieron que mientras mi homónimo no fuera capturado mi libertad era endeble.... Aunque lo atraparan, siempre estaba la posibilidad de que... sobornara a sus captores. Mis únicas dos opciones eran cambiarme el nombre o abandonar mi país. Opté por lo segundo... Mientras yo me tuve que arrimar a otro país, el Juan Manuel Figueroa Pacheco que se quedó en México anda por ahí, ofreciendo casas en 50 mil pesos."
El Instituto de Verificación Administrativa del Distrito Federal busca jóvenes de entre 18 y 35 años con licenciatura terminada para ser verificadores de establecimientos mercantiles y antros con sueldos de entre 27 mil y 41 mil pesos al mes. Dicen que buscan gente honrada y por lo tanto joven, pero establecer una edad límite de 35 años es un acto de discriminación.
