Huelga. Manifestantes sueltan globos frente al Parlamento. EFE
Alrededor de 150 vuelos cancelados o retrasados, museos cerrados y hospitales que sólo aceptan casos de urgencia son algunas de las consecuencias de la huelga de empleados públicos de ayer en Grecia para protestar por la reforma de las pensiones.
Unos dos mil manifestantes desfilaron de forma pacífica por las calles de Atenas hasta el Parlamento, coincidiendo al mediodía con la tramitación de la ley y el debate de los artículos sobre la reforma de las pensiones.
La nueva ley fue aprobada de forma preliminar por una mayoría de 157 votos del partido gubernamental socialista, y 129 en contra de la Oposición, aunque ayer la normativa se debatía y se refrendaba artículo por artículo.
Otros mil manifestantes en la segunda mayor ciudad griega, Salónica, expresaron su descontento por una ley que eleva la edad media de jubilación hasta los 65 años y aumenta de 35 a 40 los años de cotización para obtener la pensión máxima.
Además, el nuevo sistema de jubilaciones equipara la edad de jubilación femenina a la masculina y reduce el nivel de las pensiones a partir de 2011.
En la manifestación participaron funcionarios de hacienda, de aduanas, de las diversas cajas de seguridad social y personal municipal.
Sin embargo, un portavoz de la Unión de Funcionarios Civiles informó que el seguimiento de la huelga ha sido limitado "debido a que el 50% de los empleados civiles ya están de vacaciones y los servicios públicos funcionan con personal de emergencia".
Las puertas de la Acrópolis de Atenas y del resto de los espacios arqueológicos helenos permanecieron cerrados ayer, por segunda vez esta semana, lo que ha arruinado el día a miles de turistas que esperaban visitarlos.