Huéspedes incómodos
Seguramente en alguna ocasión los parásitos han sido huéspedes incómodos en nuestro cuerpo, que sin pensarlo, llegaron de manera silenciosa y si no es por la presencia de algún síntoma no nos damos cuenta.
El número de parásitos es muy extenso, puede haber cientos diferentes, aunque hay algunos más peligrosos que otros.
Esos microorganismos son algunos solamente visibles con microscopio, como amibas o giardia. Otros son observables a simple vista, como el helmintos (en forma de tallarín), los áscaris (como si fueran macarrones, fideos chiquitos), tenias (o lombriz), entre otros, señalados por el doctor Pedro González Lozano, especialista en Medicina Familiar, como algunos de los más comunes.
“Los parásitos más peligrosos son los cisticercos, que eventualmente se alojan a nivel del cerebro y provocan en los pacientes convulsiones y daño cerebral irreversible. Es un parásito microscópico también conocido de manera popular como ladilla y se le acredita a la carne de puerco contaminada o en mal estado”, destacó el Dr. González Lozano, quien agregó que ocasionalmente se dan las condiciones gastrointestinales donde se desarrollan y se manifiesta en la enfermedad.
El médico especialista señaló que en teoría todos tenemos o alguna vez hemos tenido parásitos, ya que “podemos tenerlos porque sus huevesillos fácilmente entran a nuestra boca, porque están presentes en los terregales comunes por el tipo de lugar donde vivimos, agua o alimentos contaminados, falta de higiene al preparar los alimentos, o bien, al comer sin lavarse las manos antes”.
Para prevenir la aparición de los parásitos, el doctor González recomienda:
• Buen corte de uñas.
• Lavado constante de manos.
• Evitar que los pequeños se lleven a la boca artículos sucios.
• Alimentarse adecuadamente y en forma balanceada.
• Evitar ingerir alimentos de la calle o en lugares que no sean higiénicos.
• Mantener la vivienda o áreas de trabajo limpias.
• Utilizar cloro en la tasa del baño y en el mismo luego que cada persona lo haya usado.
• Usar toallas separadas.
• Lavar la ropa con agua caliente y jabón antibacterial.
Usualmente los parásitos al estar alojados dentro del cuerpo del ser humano hacen que se presenten síntomas como:
• Pueden ser tan leves como envaramiento abdominal.
• Poco apetito.
• Mala digestión (estreñimiento, presencia de eructos y flatulencias).
• Cuadros agudos de diarrea y vómito.
• Evacuaciones con sangre.
• El abdomen puede ser doloroso al tacto.
• Palidez general y anemia.
• Dolor de cabeza.
Y algunos de los riesgos son:
• Desnutrición en los niños.
• Lesión aguda del intestino, que puede ocasionar abdomen agudo, lo que lleva al paciente a cirugía.
• Complicaciones severas, como es deshidratación y vómito en los niños.
Es muy importante el tratamiento para eliminar la presencia de parásitos, se tengan o no síntomas.
Actualmente el Sector Salud, Salubridad, IMSS e ISSSTE, entregan tabletas para adultos, o bien, líquido para los niños, de Albendazol, en una sola toma, que sirve para desparasitar y se recomienda tomarla cada seis meses. Esto es muy recomendable y no necesariamente esperar a tener algún síntoma.
Hay otros medicamentos de tratamiento corto, de una ó dos tomas al día, por tres días, como son las sustancias activas: metronidazol, nitazoxanida y mebendazol, que también son utilizadas por laboratorios en sus medicamentos.
Para evitar en lo posible la aparición de parásitos en nuestro cuerpo, indiscutiblemente es necesario tener una total higiene y para quienes tienen mascota, tomar en cuenta que también los animales necesitan desparasitarse, así como tener presente que el excremento de los animales es una vía de contagio.