Proceso electoral. En estas elecciones los habitantes sintieron tensión y temor.
Por miedo a las acciones que pudiera emprender el crimen organizado en la región de Las Quebradas los habitantes optaron por votar en la ciudad de Durango.
Incluso algunos ciudadanos manifestaron que llevan al menos una semana en la capital.
"Quien se asome a las casillas de Las Quebradas se dará cuenta que no habrá nadie", dijo un habitante del municipio de Topia, quien emigró de su tierra natal junto a su familia por el clima de violencia generado por el crimen organizado.
Otras personas, que solicitaron el anonimato, manifestaron que prefirieron "bajar" a votar a la capital y formarse varias horas en las casillas especiales, como la ubicada en la Central Camionera, que permanecer en sus comunidades.
Y es que desde hace varios días se comentaba entre los vecinos la posibilidad de ataques a las casillas electorales, de ahí que varios prefirieran "emigrar" a la capital para poder votar.
En la ciudad de Durango se instalaron dos casillas especiales, una se ubicó en la Central Camionera y la otra en las instalaciones Congreso del Estado.
Ambas lucían con largas filas desde antes que se abrieran las casillas.
Cada sitio contó con 750 boletas para elegir diputados y 750 para gobernador, disponibles para personas de todos los municipios.
Los ciudadanos se acercaron por iniciativa propia a manifestar su inconformidad al tener que desplazarse kilómetros para ejercer su derecho al voto, preferible a realizarlo en sus comunidades.
A pesar de la lluvia en poblados como Guadalupe Victoria, Canatlán, Pueblo Nuevo, Llano Grande, hubo una gran afluencia de votantes.
En todos estos poblados las casillas abrieron con casi una hora de retraso debido a la lluvia.