Dos de los seis ejecutados encontrados el domingo dentro de una fosa ubicada en el poblado de El Roble, en la delegación Leona Vicario, colindante con Cancún, fueron identificados por la Procuraduría de Justicia de Quintana Roo como Francisco Silva Ruiz e Isaías de Jesús Valenzuela Ruiz.
En conferencia de prensa, el procurador Francisco Alor informó que Silva Ruiz, originario del Distrito Federal y con 30 años de edad, fue reconocido por su madre, Guadalupe Ruiz Aguilar, quien declaró que su hijo vivía con ella en Leona Vicario y se dedicaba a cantar en los autobuses de transporte público.
Valenzuela Ruiz, también de 30 años, era jefe de seguridad en Playa del Carmen, corazón de la Riviera Maya, y había sido reportado como desaparecido desde hace cinco días, de acuerdo a lo manifestado por su esposa, Selene Abreu, quien acudió esta mañana a la Procuraduría.
Los seis occisos, cuatro hombres y dos mujeres, dieron positivo en el consumo de cocaína, mariguana y anfetaminas.
"Estamos investigando; es una línea a seguir, porque los hábitos nos pueden determinar hacia dónde estaban sus actividades", expresó.
Agregó que existe comunicación con la Procuraduría General de la República (PGR), para dar seguimiento a las indagatorias de este caso.
De acuerdo con la necropsia que les fue practicada, murieron por asfixia, al ser estrangulados, indicó Alor Quezada.
El funcionario rectificó el reporte que, originalmente, difundió la propia Procuraduría, mediante el cual se manifestó que a las víctimas "les abrieron el pecho para sacarles el corazón".
"Se descarta totalmente esa información que se dio en cuanto a que había sido desprendido el corazón de los cuerpos, no es cierto. Esas son lesiones post mortem, ocasionadas con un instrumento punzo-cortante en prácticamente todos los cuerpos", corrigió hoy.
Alor Quezada también desmintió que entre los asesinados hubiese un menor de edad y confirmó que algunos de los cadáveres presentaban heridas con la forma de una "Zeta".
