Renuencia. Los hombres del medio rural siguen siendo renuentes a que las mujeres se practiquen los exámenes de detección de cáncer.
Factores como ignorancia, pudor y machismo impiden la detección oportuna del cáncer en la mujer, sobre todo en la población del medio rural.
Según la responsable del Instituto Municipal de la Mujer, Erandhi Arvizu, son los mismos cónyuges de las mujeres quienes se muestran renuentes a que ellas reciban los beneficios de la medicina preventiva, y les permiten acudir al médico hasta que ya comienzan a presentar síntomas.
Durante las brigadas de salud que se realizan de manera permanente en las colonias y ejidos, se ha detectado esta problemática que, según la directora del IMM, denota una ausente cultura de prevención y autocuidado.
A pesar de toda la difusión respecto de las enfermedades que afectan a la mujer y sus métodos para detectarlas, y a que estas campañas no tienen costo alguno, todavía hay quienes se oponen por un falso pudor que sólo contribuye a retrasar un diagnóstico oportuno, el cual suele hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
Entre el 50 y 60 por ciento de las mujeres que acuden a practicarse el papanicolau, llegan sin las condiciones necesarias para el estudio, por lo que debe postergarse ante al riesgo de que los resultados no se apeguen a la realidad.
Por desgracia, tanto el cáncer cérvico uterino como el mama generan síntomas sólo en etapas avanzadas.