Siempre se ha dicho que es una potestad de los poderosos el dar clemencia al caído, sobre todo porque refleja que son magnánimos con sus enemigos y subordinados, tan es así que en el antiguo Coliseo romano, únicamente el César, mediante una seña de su pulgar, perdonaba la vida a los enemigos del Estado y a los gladiadores vencidos en combate, lo anterior no ha cambiado mucho en nuestra época, ya que si bien es verdad que el César moderno de nuestro país, que ahora llamamos presidente, ya no perdona vidas, también es cierto que si puede perdonar el pago de contribuciones, pero para desgracia del pueblo de México, nuestro actual César, en lugar de darle clemencia tributaria a su país, lo castigó con nuevos incrementos a la ya excesiva carga impositiva nacional.
En lugar de seguir las medidas contracíclicas que en materia fiscal están siguiendo los países que sí están saliendo de la crisis económica mundial (Estados Unidos, Alemania, Brasil, Italia, Gran Bretaña, etc.), y de escuchar las recomendaciones del Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz (En el foro de la Expo Management 2009, en la Ciudad de México el pasado 19 de noviembre, el premio Nobel de economía Joseph Stiglitz, señaló que la economía mexicana tendría uno de los peores desempeños en el mundo en los años 2009 y 2010, y que la forma de enfrentar la crisis había sido la equivocada, y eso que ya se habían pronunciado en contra de la política económica mexicana los premios Nobel James Heckman, Robert Engle, Edmund Phelps y Eric Maskin; a esas voces se unió la de Stiglitz, pocas veces la política económica mexicana ha generado un consenso tan distinguido... en contra de ella); les regaló, en el mes de diciembre pasado, a los contribuyentes nacionales, un paquete fiscal eminentemente recaudatorio, y por si eso fuera poco, quitó los subsidios al gas y a la gasolina que permitían que el pueblo medio soportara la crisis económica.
Ante tal situación tan oscura y cruel, es prudente recordar que en las provincias del Imperio romano, también existieron gobernadores generosos y magnánimos con sus gobernados, por lo que a las Cámaras y organismos empresariales del Estado de Coahuila, sólo les queda recurrir a la clemencia tributaria del gobernador de nuestro Estado, el cual siempre ha velado por los intereses de la gente, y este argumento lo fundamos en el Artículo 38 Fracciones I y III del Código Fiscal para el Estado de Coahuila de Zaragoza, mismo que dice que el gobernador del Estado o el secretario de Finanzas, previo acuerdo del gobernador, podrán condonar o eximir, total o parcialmente, el pago de contribuciones y sus accesorios, cuando se haya afectado o trate de impedir que se afecte la situación de algún lugar o región del Estado, una rama de actividad, la producción o venta de productos, promover el empleo, así como en casos de catástrofes sufridas por fenómenos meteorológicos, plagas o epidemias, así mismo también podrán conceder subsidios o estímulos fiscales; ahora bien, recordemos que derivado de las modificaciones que se hicieron a la Ley de Hacienda para el Estado de Coahuila de Zaragoza el pasado 11 de diciembre de 2009, todos los contribuyentes del Impuesto sobre Nóminas en Coahuila ya no pueden deducir del pago de dicho impuesto, once de las trece exenciones que contemplaba el Artículo 30 de la Ley de Hacienda para el Estado de Coahuila de Zaragoza, lo cual ha provocado que ahora los comerciantes y empresarios del estado, paguen un 25% más por concepto de Impuesto sobre Nóminas, de ahí el malestar generalizado que han provocado en el estado las reformas al multicitado impuesto, ya que si bien es cierto que se necesita mucho dinero para llevar a cabo las obras de infraestructura vial que ha implementado nuestro gobernador, también es verdad que actualmente todos los coahuilenses atraviesan por una severa crisis económica, al igual que el resto del país y del mundo, pero no podemos dejar de ver que a nivel internacional varios países (Gran Bretaña, Alemania, Francia, Estados Unidos, Italia, entre otros), han implementado programas temporales de amnistías fiscales, los cuales les están permitiendo sortear la recesión económica; Italia por ejemplo, por conducto de su presidente Silvio Berlusconi, puso en marcha desde el mes de octubre del año pasado, un programa llamado "Escudo Fiscal", el cual ha tenido un éxito rotundo, ya que desde su arranque le ha generado a las arcas de Hacienda del Gobierno italiano, solamente por concepto de multas al capital repatriado, y sin tener que subir impuestos o endeudar al estado, la friolera cantidad de ¡¡5 mil millones de euros!!; de ahí que sea altamente recomendable que nuestro gobernador, en un acto magnánimo, le dé clemencia fiscal a sus gobernados, mediante un programa de amnistía fiscal en materia de Impuesto sobre Nóminas, o por lo menos que haga lo que el sector empresarial de República Dominicana le pidió a su presidente, otorgarles a todos los contribuyentes de dicho impuesto una prórroga sólo en lo que respecta al aumento derivado de las reformas, con el compromiso, claro está, de que el sector lo pague en tiempo y forma durante el presente año; agradezco sus comentarios que tenga respecto del Artículo al punto de contacto que viene señalado al pie de este escrito. POR LA CULTURA DE LA LEGALIDAD TRIBUTARIA