Pese a que ya tenemos en nuestro país las leyes que respaldan la figura jurídica del defensor de los contribuyentes, desde el año de 2006 a la fecha del presente artículo no se ha enviado, por parte del Ejecutivo federal al Senado de la República, la terna para elegir al titular de la Prodecon (Procuraduría de la Defensa del Contribuyente), ni tampoco se he destinado alguna partida del presupuesto federal para el 2011, para la implementación de la Prodecon, lo cual es grave, ya que en nuestro país existe una gran carencia del conocimiento de la materia tributaria, aparte de que existen muchos empresarios y comerciantes que prefieren pagar multas al SAT (Servicio de Administración Tributaria) o al IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) aunque éstas sean ilegales, antes que contratar los servicios de un abogado fiscalista, y esto sucede por los montos mínimos que se manejan en dichas multas, montos que aunque sean mínimos, si son ilegales las multas administrativas que los generaron, es claro que su pago es injusto, pero eso no es lo peor, porque hay que recordar que para los más de cincuenta y cuatro millones de pobres que viven en nuestra nación (según datos del Banco Mundial, el 40% de la población de México es pobre, y tenemos un 18% de pobreza extrema, información que por cierto desestimó nuestro actual secretario de Hacienda, en una entrevista realizada por la televisora más importante de Inglaterra, la BBC, el 11 de febrero de 2009, cuando todavía era secretario de Desarrollo Social) que subsisten con ingresos diarios de quince a cuarenta y dos pesos, una multa mínima ilegal que les imponga una autoridad administrativa en su changarro, afectará seriamente su menguada economía.
En España la figura del ombudsman fiscal ha tenido mucho éxito, sólo durante el año pasado se protegieron a quince mil contribuyentes, aparte de ser un excelente promotor de la cultura tributaria, sin embargo, la protección y defensa de los derechos e intereses de los contribuyentes nacionales en materia fiscal y administrativa, tendrá que esperar un rato más, o hasta que el Senado de la República le vuelva a solicitar al Presidente que le envíe la tan esperada terna, aunque faltaría lo del presupuesto, pero ya sería lo de menos, ya que si en este año no tuvimos reforma fiscal, lo menos que podemos esperar es: ¡¡Tener el primer ombudsman fiscal mexicano!!, por cierto, la palabra ombudsman viene del sueco y significa comisionado o representante, y se empezó a utilizar por primera vez en la Constitución de Suecia de 1809, en donde se promovió que debía existir un defensor del pueblo, es decir, un ombudsman, y en Francia se le conoce como el "Mediateur de la Republique" Mediador de la República; agradezco sus comentarios que tenga respecto del artículo, al punto de contacto que viene señalado al pie de este escrito.
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