Mar picado, fuertes vientos y lluvias obligaron ayer a suspender las labores de limpieza de un derrame de petróleo alrededor de la plataforma que estalló y cayó al océano frente la costa de Luisiana. Once trabajadores seguían desaparecidos de la plataforma Deepwater Horizon que se hundió el jueves a unos 80 kilómetros de la costa. Se piensa que están muertos.
El mal tiempo llegó el viernes, trayendo fuertes vientos, nubes y lluvias que interrumpieron los esfuerzos para contener el derrame. El suboficial Erik Swanson, de la Guardia Costera, dijo que la limpieza sea reanudaría una vez mejore el tiempo. La causa de la enorme explosión del martes se desconoce.
El viernes, funcionarios de la guardia costera suspendieron la búsqueda de los trabajadores desaparecidos. Una cantidad aún no determinada de crudo se derramó de la plataforma, aunque Swanson dijo el sábado que vehículos remotamente operados no habían detectado aún petróleo del pozo ni de la plataforma. Sin embargo, equipos están monitoreando el pozo y la plataforma para detectar más crudo que se haya derramado. Una mancha de petróleo al parecer cubría un área de 3.2 kilómetros de ancho y 12.8 de largo el viernes por la tarde.
BP, que encabeza la limpieza, dijo que activó una amplia respuesta que incluyó los vehículos por control remoto para evaluar el derrame y 32 barcos para limpiar. La Marine Spill Response Corp., un consorcio de limpieza de derrames de la industria, también llevó equipos.
No había indicios hasta ahora de fauna afectada por el derrame.