"Un cuerpo sano es una
Recámara de huéspedes
Para el alma; un cuerpo
Enfermo es una cárcel."
Francis Bacon
N paciente llega al departamento de oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social. Si bien su condición es grave, se le da cita en tres meses. Los propios médicos saben que se le puede estar condenando a muerte, pero no tienen opción: hay una lista de espera de 720... A menos que tenga uno influencias: un pariente de un ex director general de la institución es admitido de inmediato y se le acondiciona un cuarto privado en el quinto piso.
Quienquiera que haya sido atendido en el Seguro Social sabe que éste cuenta con los mejores médicos, pero con instalaciones y personal presionados al límite. La escasez de recursos ha puesto al borde de la muerte a una institución que hasta hace poco era un orgullo para nuestro país.
Mucha gente se preocupa del problema de las pensiones de los derechohabientes del IMSS, que podrían toparse en 10 salarios mínimos, o 17 mil pesos mensuales, contra los actuales 25 salarios o 43 mil pesos. Pero como éste es un problema de la llamada generación de transición, de quienes entraron a trabajar antes del '97, el costo recae sobre el Gobierno Federal, que ha asumido la responsabilidad, y no sobre el IMSS.
Al Seguro Social lo están ahogando las pensiones de sus propios trabajadores y un déficit de su seguro de enfermedad y maternidad que se eleva a 3.9 billones de pesos o 36 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
En 2008 el entonces director Juan Molinar Horcasitas logró una callada, pero crucial negociación con el sindicato que paró la bola de nieve. Los nuevos trabajadores del IMSS entran ya con un sistema de cuentas individualizadas que permite acumular recursos para su futura pensión. Los 170 mil ya jubilados, sin embargo, representan un peso enorme para la institución. Y la lista crece cada día. En 2009 fueron 22 mil los nuevos jubilados. En el 2010 serán unos 18 mil. El pasivo, de 1.2 billones de pesos, equivale a casi 10 por ciento del Producto Interno Bruto.
Algunos de los cinco seguros del sistema del IMSS están financieramente sanos. Los de invalidez y vida, riesgos de trabajo, y guarderías y prestaciones sociales acumulan un superávit de 1.3 billones de pesos u 11 por ciento del PIB. Sin embargo, esto es apenas una tercera parte del déficit del seguro de enfermedad y maternidad. Además, y con razón, se ha prohibido el subsidio cruzado de unos seguros a otros, práctica que habría terminado por hundir todos los recursos del IMSS en el pozo sin fondo del seguro médico.
El problema fundamental del seguro de enfermedad y maternidad es muy sencillo: nunca se han cobrado las cuotas suficientes para cubrir los gastos cuando éstos ocurren. Los políticos prefirieron cobrar poco, y extender los servicios a un número cada vez mayor de beneficiarios, pensando que podrían saquear por tiempo indefinido el fondo de pensiones. Una vez que se crearon las Afores para evitar la quiebra de las pensiones, sin embargo, dejó de haber dinero para subsidiar los gastos médicos. Peor aún, con el envejecimiento gradual de la población y la creciente prevalencia de las enfermedades degenerativas, más costosas que las infecciosas que antes mataban a los mexicanos, el sistema se ha quedado sin dinero.
No podemos cerrar los ojos a la realidad. El seguro de enfermedad y maternidad necesita una cirugía mayor. O se suben las cuotas del IMSS, lo cual podría provocar una verdadera rebelión en un país que paga ya tarifas elevadas para recibir un pésimo servicio, o se busca un sistema más sensato y sostenible en el largo plazo. Yo me inclino por esta última opción.
MATRIMONIO GAY
Aún no se ha tomado la decisión final, pero todo parece indicar que la Suprema Corte aceptará la constitucionalidad del matrimonio entre homosexuales. Este es un triunfo importante para quienes consideran que las leyes no deben discriminar a nadie por su sexo.
Www.sergiosarmiento.com
