A pesar de la labor "sin precedentes" que desarrollan los gobiernos de México y EU para golpear al narcotráfico, el "talón de Aquiles" sigue siendo la dificultad para interceptar el flujo de "dinero negro" que sigue cruzando la frontera para seguir alimentando las arcas de los cárteles y concederles un poder de fuego y corrupción.
Según un cálculo elaborado por el diario "The Washington Post", a pesar del reforzamiento de los controles que han establecido hacia ambos lados de la frontera, sus agentes no logran incautar más de 1% del dinero en efectivo que viaja hacia México a través de las más diversas formas de contrabando.
Los reporteros del diario aseguran haber hecho sus propios cálculos con base en datos proporcionados por los gobiernos estadounidense y mexicano.
Los narcotraficantes y sus proveedores colombianos introducen cada año entre 20 mil y 25 mil millones de dólares a través de la frontera suroeste de Estados Unidos. Esta cifra contrasta, sin embargo, con la calculada por otras instancias internacionales o agencias consultoras que aseguran que dicha cantidad podría llegar hasta los 30 mil millones de dólares al año.
"El dinero en efectivo es el desafío máximo para nosotros", declaró al "Post" el jefe de las operaciones financieras de la agencia antidrogas estadounidense DEA, John Arvanitis.
"Se mueve tan rápidamente, de forma tan fluida (...) Tienen opciones múltiples, pueden esconder un millón de dólares en un camión o lo pueden trasportar a través de la frontera en una bolsa de mano".
EU y México acordaron a comienzos de 2009 impulsar sus operaciones conjuntas contra el narcotráfico y, entre otros, empezaron a registrar más vehículos que se dirigen al vecino del sur. Y, aunque los agentes estadounidenses han decomisado cantidades "récord" de dinero en efectivo, esto "apenas ha hecho mella en los beneficios de los cárteles".
Según un estudio realizado este mismo año por Douglas Farah, un experto en asuntos de narcotráfico, terrorismo y "lavado", la dificultad para interceptar el flujo de "dinero negro" que cruza la frontera está en relación directa con la evolución de los cárteles de la droga que hoy usan la tecnología de comunicaciones más avanzada.