Una semana después del secuestro de 50 migrantes centroamericanos en Oaxaca, la Procuraduría General de la República abrió una investigación del caso y tomó declaraciones de varias personas que lograron escapar al plagio.
La PGR informó que ayer declararon seis de 12 migrantes que presenciaron el secuestro y que estaban bajo custodia del Instituto Nacional de Migración.
Los interrogatorios ocurrieron en la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada. La PGR esperaba que ayer mismo declararan las 12 personas. La averiguación previa es por los delitos de secuestro y delincuencia organizada.
Según autoridades, el número de personas que escapó al secuestro podría ascender a 18, pero el INM sólo ubicó a 12 que se habían alojado en un albergue para migrantes en Ixtepec, Oaxaca, a cargo del padre Alejandro Solalinde. Los migrantes tuvieron que ser reubicados ante amenazas del crimen organizado.
Según testimonios el pasado 16 de diciembre un grupo de unos 50 centroamericanos, incluidos mujeres y niños, fue secuestrado en el poblado de Chahuites, en la frontera de Oaxaca con Chiapas.
La desaparición de los migrantes provocó protestas diplomáticas de los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador, de donde eran originarias las víctimas.
Solalinde dijo que los secuestradores entraron en contacto con familiares de dos migrantes que lograron escapar para exigir rescate.
"Los plagiarios se comunicaron por teléfono a Estados Unidos con familiares de estos migrantes para exigir que pagaran por sus vidas", dijo el sacerdote.
Solalinde señaló que desconoce cómo los secuestradores se comunicaron con los familiares, pero dijo sospechar que los plagiarios habrían viajado con los migrantes desde la frontera sur hasta Chahuites, tiempo en el que recopilaron información.
Dijo que este tipo de situaciones ha ocurrido en el pasado.
El plagio ocurrió tres meses después de que 72 migrantes de Centro y Sudamérica fueran asesinados en Tamaulipas.