De Afganistán. Un soldado holandés empaca y guarda sus banderas después del anuncio de la retirada. EFE
La misión militar de Holanda en Afganistán comenzó ayer la retirada tras cuatro años de encabezar la Fuerza Internacional de Seguridad y Asistencia (ISAF) en la Sureña provincia de Uruzgán, en la que sus mil 950 soldados fueron elogiados.
Los efectivos holandeses entregaron ayer el mando a las fuerzas de Estados Unidos y Australia en una pequeña ceremonia en Kamp Holland, en Uruzgán, su principal base.
Con una participación de mil 950 militares desplegados desde el 1 de agosto de 2006, principalmente en Uruzgán, en donde los talibanes son muy activos. Veinticuatro soldados murieron en misión.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) deseaba que Holanda extendiera su misión, pero la solicitud disparó un conflicto político que acabó con la coalición del Gobierno del país en febrero.
Según Radio Nederland, el Gabinete holandés cayó como consecuencia del debate sobre la participación holandesa en Uruzgán, tras que uno de los partidos gubernamentales, el laborista PvdA, se oponía a una prolongación de la misión, y decidiera retirar a sus ministros. Durante su estancia en Afganistán, las tropas holandesas se encargaron de la construcción de una carretera entre Tarin Kowt y Chora, las dos ciudades más pobladas de Uruzgán, y del entrenamiento de tres mil soldados afganos.
Holanda continúa a la búsqueda de su próxima coalición gubernamental desde que las divergencias sobre la continuidad de sus tropas en Afganistán entre los partidos que componían el ejecutivo del democristiano Jan Peter Balkenende motivaron su caída en febrero, y la anticipación de las elecciones.
Con esta decisión la nación espera dar estabilidad política a su país.
