Los equipos de rescate hicieron el miércoles una primera perforación para desalojar gases venenosos de una mina de carbón derruida por una explosión que mató a 25 mineros, pero no recibieron ninguna respuesta cuando golpearon una cañería de perforación para tratar de comunicarse con posibles supervivientes.
Los equipos necesitaban aburrir un agujero más por lo menos para ventilar la mina antes de que los rescatistas pudieran entrar a la mina Upper Big Branch para buscar a cuatro trabajadores que todavía están desaparecidos tras el peor accidente de la minería estadounidense en más de dos décadas.
Dos días después de la explosión, la acumulación de gas metano y monóxido de carbono en el yacimiento subterráneo impedía un ingreso seguro para buscar a los desaparecidos o recuperar los cadáveres de 18 mineros. Se cree que el metano acumulado ocasionó la explosión que remeció la mina.
Siete cuerpos han sido llevados a la superficie desde que el estallido sacudió la tarde del lunes a la mina.
Una vez que la mina sea ventilada, los socorristas tardarían cuatro o cinco horas para alcanzar la zona donde las autoridades creen que están los mineros a unos 300 metros (1,000 pies) de profundidad, dijo Chris Adkins, jefe de operaciones de la empresa Massey Energy Co., propietaria del yacimiento.
La compañía esquiva frecuentemente las multas fuertes de los reguladores disputando agresivamente las violaciones de seguridad, incluyendo problemas recientes con el sistema de ventilación que disipa el gas metano, que es combustible.
