Análisis. Pese a los avances de la cobertura de Internet, persiste aún el reto de convertirlo en una herramienta educativa.
MÉXICO, DF.- Internet ha registrado un crecimiento acelerado a nivel mundial desde que surgió y en la actualidad es una herramienta fundamental para diversas actividades de la vida cotidiana, por lo que su accesibilidad se ha convertido en un reto para México en aspectos de tipo tecnológico y de educación.
Especialistas coinciden en la necesidad de reforzar las políticas públicas encaminadas a instruir sobre su uso, así como para reducir las brechas de accesibilidad.
De acuerdo con un reciente estudio de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), en México se pasó de 17.2 millones de personas con acceso a la red en el 2005, a 30.6 millones al finalizar el 2009, con un crecimiento anualizado de más de 11 por ciento.
De esta cifra, 25.6 millones corresponde a zonas urbanas y cinco millones a regiones rurales; en ambos casos los usuarios ingresan a la red desde diferentes sitios como el hogar, el trabajo, la escuela, cafés u otros.
Pese a esta dinámica de crecimiento, expertos consideran que hace falta mucho por hacer para acercar esta herramienta a todas las regiones del país y dar los elementos para aprovecharla.
CUESTIÓN DE "ALFABETISMO TECNOLÓGICO" El especialista del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Raúl Trejo Delarbre, indica que la brecha no se refiere sólo a la desventaja de las zonas rurales respecto a las urbanas, sino también a saber utilizar las tecnologías para obtener información de calidad.
"El acceso a la red no sólo significa tender cables, comprar módems, pues además de los aparatos, una política de acceso digital debe implicar instrucción para usar estos recursos", detalla.
Refiere que según datos del Instituto de Estadística y Geografía (INEGI), aproximadamente "tres de cada 10 mexicanos tienen acceso regular a la red de redes, incluyendo aquellos que acceden fuera de sus casas y de sus trabajos, y en recintos de acceso público".
Los siete restantes siguen sin conexión frecuente a la red, lo que "sigue constituyendo un rezago que tendría que involucrar políticas públicas, discusión social, tarifas accesibles".
En ese sentido, Ernesto Valdés Díaz, director del recién creado Instituto Latinoamericano de Cultura Digital, considera que "uno de los aspectos fundamentales es la educación que están teniendo los niños y la familia en torno a esto".
"Existe una brecha generacional en donde los papás que tienen entre 35 y 44 años de edad, no tuvieron el acercamiento con las nuevas tecnologías", explica.
Entonces, añade, "a ellos les falta un poco más de educación en ese ámbito para poder convivir digitalmente con sus hijos, porque los niños ahora ya tienen ese conocimiento".
Comenta que en el país se debe buscar que los ámbitos rural y urbano vayan de la mano, desarrollándose dentro de una misma sinergia que los impulse dentro de estas tecnologías.
"La idea es aumentar esta masa de usuarios de Internet, enseñarles que las tecnologías de la información favorecen la comunicación y la educación", indica.
La doctora María Josefa Santos, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, afirma que las brechas digitales no son sólo cuestión de tipo tecnológico, sino también de educación.
Refiere que se han implementado políticas públicas para acercar esta herramienta, sobre todo a comunidades rurales, sin embargo, el reto es educar sobre su uso, porque "puedes tener accesibilidad, computadoras, pero si no se saben utilizar, ahí se quedan".
"Las políticas públicas tendrían que ir con instrumentos concretos, es decir, vamos a implementar que las comunidades rurales tengan acceso, y luego vamos a propiciar la necesidad, porque puede haber computadoras, pero si no hay una necesidad, no se accederá", señala.
Muchas veces, indica, la gente no accede a la red "a lo mejor porque no lo necesita", pero cuando las personas ven la utilidad de esta herramienta, si no tienen computadora, la buscan, así tengan que trasladarse grandes distancias.