Libres. Por buena conducta, diez jóvenes del Certmi podrán pasar la Navidad con su familia. EL SIGLO DE TORREÓN
Las malas amistades lo llevaron a delinquir. "Abraham" abandonó los estudios de preparatoria por andar con unos amigos con quienes asaltó al conductor de un automóvil y le quitaron el vehículo, pero poco después los detuvieron y sus amigos lograron salir en unos días, en tanto que él tuvo que pasar dos años y dos meses internado en el Centro Especializado en Reintegración y Tratamiento para Menores Infractores (Certmi) de Gómez Palacio, de donde salió ayer y asegura haber aprendido la lección.
"Estuve detenido por el delito de robo de vehículo con violencia. Andaba mal en la escuela y los chavos con los que me juntaba andaban igual, pero no le hacía a las drogas. Lo que pasa es que mis amigos no traían intenciones buenas y andábamos en un carro cuando uno de ellos se le ocurrió robar otro vehículo.
Son diez los jóvenes que recibieron su regalo de Navidad, al recuperar su libertad en forma anticipada por buena conducta, ayer durante una ceremonia en el Centro Especializado para Reintegración y Tratamiento de Menores Infractores (Certmi), donde estuvieron recluidos por más de dos años.
Durante el acto se dio a conocer por medio de un video cómo trabaja el Certmi, con una atención muy diferente a los Ceresos, donde los jóvenes se desenvuelven en un ambiente más sano, con apoyo psicológico, académico, ya que pueden continuar sus estudios, además de aprender oficios como el de carpintería.
Al término de la ceremonia, los jóvenes abandonaron las instalaciones donde dejaron parte de su juventud.
