Al cierre del primer decenio del siglo 21, China se ha consolidado como uno de los principales abastecedores del mundo, y México no es la excepción.
En 10 años, las importaciones procedentes de China aumentaron en mil 500 por ciento, al pasar de 2 mil 308 millones de dólares, en el acumulado enero-octubre de 2000, a 37 mil 106 millones de dólares en el mismo periodo de este año, según datos del Banco de México.
En 2000, las importaciones representaron 1.6 por ciento del total; en 2005 subieron a 7.8 por ciento y este año alcanzaron 15 por ciento, lo que convierte al país asiático en el segundo proveedor de México, sólo por debajo de EU y superando a la Unión Europea y a Canadá.
Sergio Ley, presidente del Instituto Asia Pacífico del ITESM, explicó parte del crecimiento de estas importaciones a que México tiene una vocación de reexportación, y se sirve de insumos chinos.
"Alrededor del 50 por ciento de lo que se importa, según cálculos propios, se incorpora a productos que se fabrican o terminan en México para la exportación, y como la dinámica exportadora de México se ha incrementado, el país ha tenido que importar más de esos componentes", dijo quien fuera embajador ante esa nación.