Las aguas negras mezcladas con las de lluvia se metieron a sus negocios la noche del sábado y causaron estragos en mercancías y mobiliario. Comerciantes del Centro Histórico aseguran que "como nunca antes'' se inundaron y nadie les prestó auxilio, por lo cual presentarán demandas contra autoridades municipales por "daños y perjuicios".
Y es que, según Fernando Villarreal, propietario de un hotel recién remodelado y ubicado en la calle Acuña, dijo que "es importante que las autoridades den solución a la falta de un drenaje pluvial o cuando menos, que se desazolve frecuentemente el sanitario".
Representantes de farmacias ubicadas en la avenida Hidalgo, también lamentaron "estar trabajando en una ciudad que se inunda como rancho". Este grupo pretende expresar su inconformidad a la autoridad y detallarle sus pérdidas financieras.
Pero el problema es más de fondo. Según Raymundo Rodríguez, gerente de Saneamiento del Simas, el cierre de las calles Cepeda y Valdez Carrillo, y la colocación del concreto estampado en la Hidalgo y Juárez cambiaron las pendientes de las calles y modificaron por tanto los escurrimientos pluviales.
Explicó que "mientras que antes el agua del bulevar Revolución corría hacia el Norte rumbo a los bulevares Independencia y Constitución, considerada su salida natural, ahora el agua se va hacia el Oriente porque se le formaron diques o remansos".
Rodríguez dijo que el drenaje nuevo que se colocó con motivo de dichos trabajos y en los que el Simas invirtió 3.5 millones de pesos, "se fueron literalmente al caño", porque se introdujeron tuberías nuevas, pero de una capacidad insuficiente (sólo 8 pulgadas de diámetro) y no se consideraron necesidades actuales ni futuras. También por ser drenaje sanitario y pluvial, las redes se azolvan.