DEFINITIVAMENTE los mexicanos no tenemos compostura. Ahora resulta que la Presidencia de la Republica está practicando una encuesta pública o de sondeo de opinión, para saber cuál es el ánimo que tenemos los mexicanos con relación a si debe o no debe ir el presidente Felipe Calderón a la inauguración del Mundial de Futbol en Sudáfrica.
CON MOTIVO de ese sondeo, los declaradores de siempre han tomado los micrófonos y cámaras de los medios, para exponer sus brillantes opiniones sobre tan vital tema nacional que incide sin duda alguna, en la buena gobernabilidad de este país y la salvación de la patria.
LA CONSULTA PROMOVIDA por la Presidencia del Ejecutivo pone en evidencia, por una parte, la inseguridad con que maneja Felipe Calderón sus actos como gobernante, y por otra parte, el Gobierno Federal aprovechará la ocasión, para que en los medios y los mexicanos nos ocupemos de un asunto baladí y olvidemos las cosas que son verdaderamente importantes para el país.
CON MOTIVO DE ESTE SONDEO los mexicanos a su muy puro y particular estilo, se han venido dedicando esta semana a discutir sobre tema tan baladí. Los cafés, cantinas, fiestas, tertulias y restaurantes son los lugares preferidos para que los connacionales debatan tan sentido, profundo y peliagudo tema: ¿Debe ir o no el presidente Calderón a la inauguración del mundial 2010?
MILLONES A FAVOR de que vaya, millones en contra, pero existen también los pragmáticos y los ortodoxos que después de sesudos estudios y razonamientos resuelven declararse agnósticos y se abstienen de opinar.
ASÍ ESTAMOS o quizá así nos han puesto los difíciles tiempos que vivimos. Seguimos enfrascados en temas bizantinos (¿cuántos ángeles caben en la punta de un alfiler?) que no nos permiten centrar nuestra atención en aquellos temas y problemas que sí son serios y delicados para el futuro de México.
QUE EL PRESIDENTE asista o no a asista a Sudáfrica 2010 no nos va a resolver ningún problema. México seguirá como siempre, inmerso en su crisis, en sus tradiciones y en sus usos y costumbres.
EN NINGÚN PAÍS del mundo se ha dado una encuesta o sondeo de opinión para saber qué opinan sus ciudadanos, sobre si su presidente, primer ministro, rey, dictador jefe de Estado o lo que sea, debe o no ir a tan esperada inauguración del mundial.
SOLAMENTE LOS MEXICANOS somos los únicos en el universo conocido, que estamos discutiendo un tema que en cualquier país serio no tendría la menor importancia; por eso reiteramos: los mexicanos no tenemos compostura.
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