Este es el punto, justo hace dos años, cuando parecía que los Gigantes de Nueva York tenían una seria oportunidad de ganar el Super Bowl. Por estos días hay un sentimiento muy similar con el paso de estos Jets. (EFE)
Este es el punto, justo hace dos años, cuando parecía que los Gigantes de Nueva York tenían una seria oportunidad de ganar el Super Bowl. Por estos días hay un sentimiento muy similar con el paso de estos Jets.
Es verdad que los Gigantes, en aquella ocasión se enfrentaban a un invicto equipo de los Patriotas en el Super Bowl y que buscaban algo más grande. Estos Potros, rivales de los Jets, no están imbatidos pero deberían de estarlo, sabemos la historia de por qué no lo están.
Esos Gigantes que a la postre serían campeones, jugaban su mejor futbol de la temporada, justo cuando más importaba. Tal parece que lo mismo está sucediendo con los Jets, que no tienen temor de enfrentar incluso, al mejor equipo de la NFL.
No puede quedarse al margen el hecho de que son los Potros, quienes por decreto de su entrenador Jim Caldwell, claudicaron en busca de la marca perfecta, al sacar a sus titulares en ese juego de la semana 16 ante los Jets, quienes aceptaron con gusto el obsequio navideño. Gracias a ese triunfo hoy están en los playoffs y este domingo, serán sus rivales en el Lucas Oil Stadium.
Ahora lo que Jim Caldwell espera es que no le salga el tiro por la culata, al permitir que el pasado 25 de diciembre la pandilla verde derrotara 29-15 a los Potros, mientras Peyton Manning observaba impotente desde la banca.
A pesar de que los Jets en ese juego anotaron 19 puntos sin respuesta ante los suplentes de Indianapolis, esa no es la razón por la que se metieron a la postemporada y han llegado tan lejos, más bien fue el haber mantenido el juego parejo mientras los titulares estuvieron en el campo, lo cual indudablemente les servirá como aliciente para el juego del próximo domingo.
“Lo bueno fue que en ese juego pudimos ver a una gran parte de su personal, sobre todo en la defensa y ya nos dimos cuenta de lo bien que juegan esos tipos y su forma de hacerlo. Robert Mathis no jugó ese partido, así que ahora será distinto, y Dwight Freeney sólo jugaba en las situaciones de tercer down”, comentó este lunes el liniero ofensivo de los Jets, Damien Woody. “Ahora ellos van a jugar todas las oportunidades, así que eso nos va a traer problemas porque son tal vez los jugadores que mejor presionan al quarterback en toda la liga”.
Sin embargo, los pesimistas señalan con el dedo las estruendosas derrotas que tuvo el equipo ante equipos que no se metieron a playoffs, como Bills, Delfines dos veces, y los Jaguares.
En 2008, los Gigantes tuvieron también derrotas dolorosas, como aquella de 22-10 ante los Pieles Rojas en casa en la semana 15.
Pero los Gigantes no entraron a la postemporada como ese equipo que salió derrotado del Meadowlands aquella noche del domingo; al igual que los Jets no son el mismo equipo que dejó a los Halcones escaparse con la anotación ganadora también en la semana 15 de la presente temporada. Los Chargers pueden dar testimonio de ello.
“Sabemos que tenemos por delante una complicada tarea, pero cualquier cosa es posible y creemos que podemos ganar, no importando qué sea lo que otros piensen”, comentó el linebacker interno, Bart Scott.
Otra coincidencia entre los Gigantes y estos Jets, es que en 2008 vinieron de atrás en el juego ante los Vaqueros de Dallas, tal como lo hicieron ahora los muchachos de Rex Ryan, que regresaron de una desventaja ante San Diego.
