Mucho se habla de la pérdida de valores en muchos de los deportes y el profesionalismo no escapa a este asunto y muestra de ello se puede ver en infinidad de casos, donde el deportista falta al respeto a su actividad, burlándose de autoridades o empresas, o bien con la complicidad de las mismas.
En la lucha libre es cada día más evidente la falta de honestidad de algunos elementos, quienes insisten en verle la cara al público con actitudes sobre el ring que sólo se pueden calificar como un auténtico fraude.
Un fenómeno que está de moda es el de los gladiadores, que luego de perder sus máscaras hoy vuelven a utilizarlas una y otra vez sin que autoridad alguna pueda frenar este fenómeno, aún y cuando es algo que va totalmente en contra de un reglamento que hoy en día es letra muerta, al no ser respetado por nadie y pisoteado por cualquiera que se precia de ser un gladiador "profesional''.
En La Laguna se puede hablar de varios casos de elementos que lamentablemente caen constantemente en esta actitud poco edificante y que llena de vergüenza a un deporte que durante muchos años había sido motivo de orgullo para la Comarca Lagunera.
Casos como el de Conflictus, quien persiste en esta actitud y el más sonado en los últimos meses, el de Silver King (César González), quien luego de años de perder su máscara vuelve a utilizarla sin que hasta el momento alguna autoridad regional o nacional le haya podido poner un alto, lo que hace aún más sospechoso este caso, que habla de incompetencia de las autoridades que rigen la lucha libre, o bien, de una complicidad, lo que resultaría más vergonzoso.
En Gómez Palacio se anuncia para este jueves una ruleta rusa, donde Sexy Piscis y Piloto Negro exponen sus cabelleras, mientras que los regiomontanos Hermanos Difunto I y II se juegan sus máscaras.
En caso de ser así la promoción, mucho cuidado deberá tener la empresa de la familia Dipp, toda vez que el Difunto II ya perdió la tapa y prueba de ello es que hace meses fue bajado del ring de la Plaza de Toros Torreón junto con Difunto I, al detectarse que habían perdido la tapa con anterioridad y de alguna forma se habían prestado a una burla contra el público.
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