Pues sin duda alguna que el pasado fin de semana fue intenso en la capital coahuilense, al efectuarse el selectivo regional de boxeo, correspondiente a la Olimpiada Infantil y Juvenil 2010, certamen que reunió a más de 200 deportistas de entidades como Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí y desde luego Coahuila.
Junto con este grupo de competidores acudieron a la ciudad de Saltillo entrenadores, delegados y también las familias, que aprovecharon el fin de semana para hacerse presentes en el Gimnasio Municipal, sede de esta eliminatoria, en la cual surgieron los elementos que irán a la final olímpica en Guadalajara, Jalisco.
El desarrollar este tipo de torneos representa para una entidad la oportunidad de proyectarse a nivel regional o nacional y con ello sus atractivos turísticos, su hospitalidad, su gastronomía y otros factores que de acuerdo a su calidad provocarán una respuesta inmediata o futura, ya sea a favor o en contra de ese lugar.
Es innegable que las cosas han mejorado en Coahuila en cuanto al trato al deportista, quedando atrás los tiempos en que éstos eran metidos en una incómoda e insegura Villa Olímpica, más en temporada de frío. Hoy los elementos son hospedados en hoteles, donde gozan de una mayor comodidad y desde luego la seguridad que el deportista requiere para estar concentrado en su labor.
Lamentablemente, por alguna causa el cambio no ha sido total y en la fase regional de tae kwon do y boxeo, realizadas en los dos últimos fines de semana en Saltillo, quedó de manifiesto que al menos en la alimentación se tienen importantes deficiencias, provocándose un gran disgusto entre los invitados de las entidades vecinas (Tamaulipas, Nuevo León y San Luis Potosí), así como entre los elementos de casa.
No es posible que a deportistas de alto rendimiento se les dé de desayunar un platillo a base de frijoles y huevos preparados con pésima calidad y que posteriormente, para la comida y cena, se les proporcione los famosos "box lunch'', consistentes en hamburguesas, sandwich o burritos, así como un jugo.
Quizá para una persona común no está mal este alimento, si se le considera como un antojo para matar el hambre, pero en el caso de deportistas considerados de alto rendimiento, esto queda fuera de lugar por las necesidades de nutrientes requeridos.
Las molestias fueron evidentes en todas las delegaciones y ese reclamo no debe pasar inadvertido para el Gobierno del Estado de Coahuila. Es verdad que se afrontan momentos muy difíciles en cuestión de economía, pero los compromisos contraídos con el sector deportivo deben ser respetados y atendidos acorde a las necesidades.
Mucho trabajo tendrá Javier Díaz, titular del Instituto Estatal del Deporte de Coahuila (Inedec), a fin de corregir esas fallas y para ello deberá solicitar a la autoridad estatal los recursos necesarios que le garanticen cumplir con eficiencia los compromisos contraídos, evitándose así proyectar una imagen negativa al exterior de la entidad coahuilense.
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