¿QUÉ PASA CON EL TAEKWONDO? Terminada su participación en la Olimpiada Nacional 2010, con sede en la ciudad de Guadalajara, y tras los frustrantes resultados obtenidos por el taekwondo lagunero, que en general apenas obtuvo tres medallas (oro plata y bronce), las dos primeras por la Región Durango y la tercera por la Región Coahuila, se impone un profundo análisis por parte de los directivos y en sí por todos los involucrados en esta disciplina que está cuesta abajo.
Tras el pobre desempeño de los exponentes laguneros, incluso de sus propias delegaciones estatales en este certamen nacional, queda de manifiesto que el nivel que en años anteriores se presumía y era motivo de orgullo para sus directivos, hoy debe ser razón de preocupación ante el nuevo revés que sufrieron en la capital tapatía.
Si bien es verdad que la calidad del taekwondo se hizo evidente en la competencia olímpica y que entidades que antes no figuraban en el medallero hoy empiezan a ascender, como es el caso de Guanajuato, también es verdad que otros estados como Coahuila y Durango están a la baja.
En el caso de Coahuila, este deporte fue hace unos cuantos años el campeón nacional del certamen, y su caída muy drástica al derrumbarse de un año a otro, experimentando una caída casi constante año con año hasta que en este consiguió cinco medallas, apenas una de plata y cuatro de bronce; de estas últimas, apenas una por parte de la lagunera Ana Cecilia Reyes, quien salvó el malogrado honor del taekwondo de la región coahuilense.
Para nadie es un secreto que existen serias diferencias entre las distintas agrupaciones que integran tanto la Asociación de Tae Kwon Do de La Laguna como la Asociación de Coahuila, las cuales dan origen al seleccionado coahuilense en este tipo de certámenes, y ante ello los resultados saltan a la vista al no realizarse un trabajo cien por ciento profesional.
Por su parte, en Durango las cosas tampoco pintan nada bien, y es que su delegación también experimentó un bajón, al obtener cuatro preseas, dos de bronce a cargo de alumnos de Durango y Canatlán, una de oro y una de plata por parte de laguneros, quienes finalmente salvaron la honra de la entidad.
En ambos estados y en las dos regiones de la Zona Laguna se deberá realizar un exhaustivo análisis, donde no sólo el sector deportivo deberá estar involucrado, sino las propias autoridades municipales y estatales, que deberán ser parte de la reestructuración integral del deporte en los diferentes niveles, ya que los apoyos que tanto se pregonan en los diferentes niveles oficiales deben hacerse llegar en tiempo forma y cantidad adecuada.
Es el taekwondo un deporte que en términos generales resulta costoso para sus practicantes, donde los padres de familia, principales patrocinadores del mismo, soportan la mayor carga, mientras que los representantes de los diferentes niveles de gobierno sólo aparecen en ciertos momentos y no a lo largo del proceso de formación y fogueo de talentos.
Finalmente, los profesores instructores o entrenadores son elementos que en un buen porcentaje viven del taekwondo, aunque no todos asumen el compromiso de vivir para el mismo y ese es otro aspecto que deberá tomarse muy en cuenta si realmente se desea dar un giro total a este deporte, que hoy parece vivir una severa crisis en cuanto a resultados en certámenes realmente importante.
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