No cabe duda que la falta de planeación en los diferentes certámenes deportivos suele afectar el desarrollo de los mismos y como muestra de ello se encuentra lo ocurrido el domingo anterior en esta región, donde se duplicaron actividades y el resultado fue negativo para los organizadores.
Por la mañana, se corrieron las competencias atléticas 10-K del Sagrado Corazón de Jesús y la 5 y 10-K del Día del Padre, situación que provocó que el universo cautivo de corredores que se tiene en la región, se dividiera, provocando que al menos uno de los certámenes no luciera como en años anteriores.
Tradicionalmente, la Carrera del Día del Padre se desarrolla justo el día de este festejo y suele contar con una gran participación de familias, quienes de este modo inician un día de fiesta.
Por otro lado, las festividades del Sagrado Corazón de Jesús son toda una tradición en Gómez Palacio y su carrera atlética de 18 kilómetros tiene un gran arraigo entre los deportistas, de ahí que este año cumpliera su edición 25, aunque no en la forma acostumbrada, ya que se tuvo una escasa participación de atletas.
Esa misma situación se presentó por la tarde, pero en el automovilismo, ya que en el Autódromo Gómez Palacio se programó la cuarta fecha del serial CARS México 2010, mientras en la Jabonera La Esperanza se desarrollaba la competencia CAR Audio Tunning Laguna 2010.
Si bien, se trata de dos certámenes con características diferentes, el universo de público del mundo automovilístico es el mismo, situación que se reflejó en la afluencia a las instalaciones del autódromo de Dinamita, donde prácticamente se corrió en familia.
Para colmo de males, los problemas en la pista trascendieron y tras algunos percances el sábado por la tarde en las categorías de motos, el domingo no se tuvo acción en los diferentes niveles de Super Bike, situación que volvió aún más deslucido el certamen dominical, con sólo dos carreras (GT-2 y Volks Wagen Sport), las cuales tuvieron escasa participación.
Los organizadores de este tipo de competencias y espectáculos, deberán necesariamente trabajar en coordinación y aunque para nadie es un secreto de las diferencias personales que suelen existir entre ellos, al defender sus propios intereses, tendrán que entender la importancia cuidar ante todo la calidad de sus espectáculos, para de esta forma mantenerse vigentes en el gusto de público, que al fin de cuentas son sus clientes, esos que con el pago de sus inscripciones o compra de boletos, sostienen al deporte en sus diferentes manifestaciones.
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