Triste y lamentable resulta la situación del deporte torreonense. La dirección encargada de su atención simplemente no tiene pies ni cabeza, al estar prácticamente abandonada por quienes han sido asignados para la atención a la comunidad.
De acuerdo a quienes están bien enterados de la situación, en la citada dirección se cuenta con varios cientos de solicitudes de apoyo que han sido entregados por diferentes asociaciones, organismos, clubes, instituciones educativas, colonias y ejidos, las cuales se encuentran apiladas en el archivo.
Quienes tienen la necesidad de apoyos, consistentes en material deportivo, premiación, viáticos para viajes a otras ciudades, uniformes y en sí cualquier recurso para la actividad deportiva, simplemente desfilan por la oficina una y otra vez, sin que al momento vean resuelto su trámite.
Más lamentable es el ver que la titular de esta dependencia, Silvia Garza, prácticamente ha "abandonado el barco" y en muy pocas ocasiones se aparece en su oficina, lo que ocasiona problemas al personal a su cargo, quienes tienen que dar la cara al público y de un modo u otro justifican su constante ausencia.
No son pocos los insultos y recordatorios familiares que el personal de oficina recibe ante la falta de respuesta a las demandas de la comunidad deportiva, que con razón explotan ante la indiferencia de sus autoridades, quienes sí cobran puntualmente un jugoso salario, el cual se ganaron en las largas jornadas de la campaña electoral.
La ausencia de la directora del deporte es por demás notoria en los últimos meses en los actos deportivos, donde al inicio de la administración era la primera en llegar. Su lugar es ocupado por sus auxiliares, a quienes cada vez se les complica más encontrar una razón para justificar su falta a estas actividades.
Algunos trabajadores de esta área aseguran sentir pena por lo que ocurre en el deporte local y el no poder dar soluciones al deportista, pero aseguran que la situación debe ser solucionada de fondo por el mismo alcalde, quien debe concientizarse del problema que él mismo ha creado al equivocarse en la designación de su personal, el cual a todas luces no tienen el perfil requerido para este puesto.
Mientras la máxima autoridad se decide a tomar las riendas y poner orden en su gabinete, la comunidad del deporte seguirá a la espera de ser respetada y tomada en cuenta para dar vida y continuidad a sus proyectos de trabajo.
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