El amor y el respeto a la institución, a la camiseta y los colores, así como a la comunidad que le rodea, son aspectos que se resaltan en el mundo del deporte, más aún dentro del terreno profesional.
En la Comarca Lagunera, hablar de futbol y concretamente del Club Santos Laguna, es el pan de todos los días, y lo mismo ocurre en oficinas, cafés restaurantes, empresas, parques, fraccionamientos residenciales o barrios populares.
Para ello, los medios de comunicación juegan un papel determinante, ya que la difusión de las acciones de un encuentro, y las reacciones de sus protagonistas, generan toda esa interacción que mueve al mundo deportivo.
La colaboración de los protagonistas, en este caso jugadores, cuerpo técnico y directivos, es vital para dar vida a los comentarios, la polémica y la crítica, aspectos que acrecientan el gusto y la pasión por un deporte y una institución.
Por desgracia, en algunos casos, se cuenta con elementos que no entienden así la dinámica deportiva y todo lo que ello mueve, al involucrar a toda una comunidad de casi dos millones de habitantes, como es el caso de la Comarca Lagunera.
Christian Benítez es sin duda el hombre del día en las filas del Santos Laguna, su regreso a La Laguna ha sido muy afortunado para la institución y su afición; las cuentas entregadas hasta ahora lo ubican como el ídolo en turno de un público volcado a su favor.
Sin embargo, la actitud de este elemento ecuatoriano ante los medios de comunicación de la localidad, contrasta con todo lo positivo que de él se pueda decir, toda vez que ha marcado su raya, al negarse a hacer declaraciones durante la semana previa a los partidos y al término de éstos.
Según voceros del propio club, el moreno jugador afirma abiertamente no tener deseos de hablar ante la prensa, pasando por alto su compromiso de atender a los representantes de un sector que también es de vital importancia en la difusión del acontecer deportivo, al ser el lazo que une a un club y su afición.
Durante su estancia en La Laguna, en este su regreso a Santos, el "Chucho'' Benítez hace todo lo posible por no dar la cara y huye materialmente de la prensa, al dejarla plantada en las conferencias programadas en la sala del TSM y al término de los encuentros sale por la puerta de "atrás'' o simplemente, ignora a los reporteros que inútilmente se acercan a solicitar sus impresiones sobre el partido.
Ser la estrella del equipo, sin duda representa ciertos privilegios para un jugador, pero es obvio que internamente existen reglamentos y principios de ética que deben respetarse en cualquier club, los cuales deberán ponerse en práctica por la directiva del Santos Laguna para terminar con este tipo de situaciones que rayan en la burla.
Casos como éste no son nuevos, hay que recordar que Matías Vuoso muchas veces lo hizo durante sus dos estancias en la institución, de ahí que el caso de Benítez tome una mayor relevancia en este momento. La directiva albiverde tiene la palabra.
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