Ante las irregularidades detectadas en el sector de lucha libre, donde empresarios locales prácticamente hacen y deshacen, parece ser que finalmente la Dirección Municipal del Deporte, a cargo de Silvia Garza Villareal, tomará cartas en el asunto, al comprometerse a citar a los representantes de las distintas arenas que trabajan en la ciudad para conocer a ciencia cierta la problemática que se vive en este gremio deportivo.
De acuerdo a la directiva, se pretende que a la citada reunión de trabajo asistan promotores, el titular de la H. Comisión de Box y Lucha Libre de Torreón, señor Ramón Luján, el jefe del Departamento de Espectáculos, señor Óscar Olguín, y, desde luego, la propia titular del deporte, todo con el objetivo de aclarar la situación existente y que ha provocado un desorden total en este sector.
Ante ello, habrá que ver si los promotores atienden el llamado de la autoridad y acuden con el fin de poner sus cartas sobre la mesa de diálogo, donde aflorarán situaciones de malos entendidos, que luego de aclararse deberán llevar a una mejor relación entre quienes arriesgan su capital y los restantes actores involucrados en el llamado deporte de los costalazos.
Mucho se habla sobre quienes simplemente han decidido brincarse a la H. Comisión de Box y Lucha Libre y arreglar sus permisos directamente con el titular de Espectáculos, olvidándose que ante todo, el único órgano con la facultad de autorizar el desarrollo de un cartel de este deporte es precisamente el presidido por Ramón Luján, mientras los demás rigen otro tipo de aspectos.
Pero ahí habrá que aclarar el porqué justamente el titular de Espectáculos se toma atribuciones que no le corresponden y bajo el cobijo de qué autoridad lo hace, dejando de lado el marco de legalidad que debe regir a la lucha libre profesional.
Este conflicto en el deporte local deja en claro la falta de un principio de orden y respeto a las instituciones y de la imperante necesidad de lograr que finalmente la cabeza del ayuntamiento torreonense se faje y haga sentir el peso de su autoridad ante los involucrados, llámense luchadores, empresarios, Comisión de Box y Lucha Libre, y, desde luego, a sus colaboradores, quienes desde hace poco más de ocho meses se han dedicado a todo, menos a cumplir cabalmente con la labor que les fue encomendada por la ciudadanía torreonense.
