Un difícil año para el deporte está a punto de terminar, y a sus efectos no escapó el automovilismo deportivo, el cual tuvo una etapa sumamente complicada en todos los aspectos, lo que impidió que las jornadas de competencia fueran lo brillante de otros tiempos.
En la especialidad de circuito es innegable que el factor económico pegó con todo, y debido a ello un buen número de pilotos se alejaron de las pistas, al no tener la capacidad para solventar los gastos que se generan por participar en cada fecha del serial con sede en el Autódromo Gómez Palacio.
Lo mismo ocurrió en el área de cuarto de milla, donde algunos pilotos simplemente dijeron adiós y su ausencia pesó en serio en el espectáculo, al contarse con pocos autos realmente atractivos, que llamaran la atención de un público que se ha acostumbrado a ver unidades rápidas sobre la cinta de 402 metros de pista.
Pese a ello, los pilotos que se mantuvieron en actividad dieron su mejor esfuerzo en la pista para mantenerse vigentes, siendo la última parte del año cuando la actividad se desaceleró y se vio afectada por las finales del futbol, lo que obligó a terminar anticipadamente los seriales.
Aunado a ello, la inseguridad que se vive en la región ha ahuyentado también a las familias de este tipo de escenarios deportivos, quienes prefieren resguardarse y no exponerse a los efectos de la ola de violencia, un factor ante el que poco pueden hacer los promotores deportivos.
Un 2011 lleno de incertidumbre espera al automovilismo deportivo, el cual corre el riesgo de no tener actividad, y de darse pudieran ser menos fechas que en 2010, al estar en riesgo los patrocinios de las firmas comerciales que tradicionalmente apoyan al automovilismo, tanto a organizadores como a los pilotos, lo que hace urgente tomar medidas con toda anticipación para buscar alternativas que permitan planear la temporada de 2011.
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