Una jueza federal escuchó a partidarios y oponentes de la ley de inmigración en Arizona para decidir si ésta entraría en vigor en una semana en medio de una serie de cuestionamientos.
La audiencia se concentró en una de siete demandas interpuestas contra Arizona por una ley que ha encendido el debate nacional sobre la inmigración.
La Unión Americana por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), el Gobierno Federal y otros oponentes de la ley desean que la jueza Susan Bolton emita un interdicto para bloquear la aplicación de la ley antes que entre en vigencia el jueves. La magistrada no ha dicho cuándo podría emitir su fallo.
El tribunal estaba colmado con 150 espectadores y 30 abogados, mientras decenas de manifestantes aguardaban afuera. Este grupo incluía adversarios que consideran inhumana la ley y partidarios que creen es una respuesta necesaria para asegurar la frontera.
Bolton dijo que la ley tiene una sección que permite que partes de ella puedan aplicarse aunque otras sean suprimidas.
El abogado Omar Jadwat, de la ACLU, argumentó que las disposiciones de la ley deben trabajar conjuntamente para concretar el objetivo de incitar a los inmigrantes indocumentados a irse y la calificó de inconstitucional y peligrosa.
El abogado John Bouma, que representa a la gobernadora de Arizona Jan Brewer, dijo a la jueza que quienes objetan la ley no han demostrado que nadie sufriría perjuicios reales de entrar ésta en vigencia y que deben demostrarse hechos y no conjeturas.
El debate provocó que indocumentados abandonaran Arizona y se fueran a otros estados o a sus países de origen.
Además las autoridades reportaron que cientos de manifestantes permanecieron afuera del lugar de la audiencia y que la Policía detuvo a 7 de ellos.