Gastos. Pese a que hasta ahora se han invertido más de 114 millones en la compra de terrenos, alcalde defiende beneficios de la obra de la 'Gran Plaza'. En la imagen, demolición del antiguo cine Torreón.
Fueron los propietarios de los inmuebles situados en la manzana frente a la Presidencia Municipal los que "inflaron" los precios de sus propiedades cuando se las vendieron al Ayuntamiento, dijo el tesorero Pablo Chávez Rossique. Garantizó que los precios que se negociaron con estas personas fueron los que se pagaron con los cheques expedidos por la Tesorería Municipal y descartó las triangulaciones.
Por su parte, el alcalde Eduardo Olmos expresó que fue la premura del tiempo una de las causas por las que se aceptaron muchas de las condiciones de los dueños de inmuebles y porque, además, "era mejor comprar así que recurrir a una eventual expropiación de predios por causa de utilidad pública".
Olmos dijo que, sin embargo, esta situación no debe minimizar "el gran beneficio urbano, comercial y social que significará la construcción de la Gran Plaza".
Aunque reconoció que algunas voces críticas indican que "se debería invertir en estos momentos en seguridad más que en otras cosas'', comentó que "no hay que perder de vista que la obra social, el mejorar la calidad de vida de los torreonenses son aspectos importantes. También generar inversiones y fuentes de empleo, no deben pasarse por alto ni en estos momentos ni en otros dada la crisis que vivimos. La gente necesita trabajo y ese será un beneficio inmediato con esta obra", afirmó.
CENSURAN 'DERROCHE'
La Cámara de la Propiedad Urbana censuró el derroche de recursos del Municipio para la compra de manzanas para la Gran Plaza y señaló que la ciudad de Torreón necesita seguridad más que obras suntuosas.
Eduardo Castañeda, presidente de la Cámara, calificó como una exageración la compra de los terrenos, pues aunque indicó que los precios se rigen por la oferta y la demanda, los trámites se hicieron con mucha prisa y la negociación no fue la más adecuada.
"Es un derroche de recursos, lo que la gente ahorita necesita es más seguridad, más que obras suntuosas, primero es la seguridad de la gente, luego hay otras cosas: salud, servicios médicos, medicamento", manifestó.
Señaló que la Gran Plaza fue una obra no consensuada, de modo que a nadie se le informó de las negociaciones y no hubo transparencia en el proceso, ya que no se dijo nada hasta que estaba por arrancar la demolición.
"Ni a la población, ni a las cámaras empresariales, ni a las universidades, a nadie se le dijo, es dinero de los contribuyentes, no es para que lo usen a su libre albedrío, apenas mañana (hoy) se nos va a presentar el proyecto por primera vez, en forma oficial, a los empresarios".
EDUARDO OLMOS Alcalde de Torreón
EDUARDO CASTAÑEDA
Presidente de la Cámara de la Propiedad Urbana