Cambio. En su nuevo disco, Katy Perry da muestras de madurez.
Para algunos, la mayor sorpresa del exitoso segundo álbum de Katy Perry es, de hecho, que tenga éxito.
Después de todo se trata de la efervescente joven que saltó a la fama hace dos años con un tema sobre una chica que confiesa haber besado a otra, se vestía como Betty Boop y Judy Jetson y cantaba sobre novios metrosexuales y rumbas en Las Vegas.
Pero el 2010 ha sido el año de Perry. California Gurls se ha convertido en la canción del verano; se ha apuntado otro gran éxito con la picante "Teenage Dream"; y su segundo álbum del mismo nombre debutó en la cima de las listas de popularidad esta semana, vendiendo poco más de 192 mil copias para uno de los mejores lanzamientos del año, según Nielsen SoundScan. "Siempre he creído en mí misma y es maravilloso que la gente pueda finalmente subirse al tren y ser parte de algo realmente emocionante".
"Teenage Dream" incluye canciones en su disco sobre relaciones tóxicas, momentos de conflicto, falta de confianza en uno mismo y hasta inspiración.
"(Este álbum) muestra una evolución que la gente no estaba esperando", dijo Amy Doyle, vicepresidenta ejecutiva de programación de música y talento de MTV. "Hay canciones que ahondan un poco más en sus sentimientos y no son sólo temas superficiales y dulzones. Creo que son letras más profundas".
Perry llama el disco su "caja negra", en la que revela a Katy Perry la artista, a menudo opacada por Katy Perry la caricatura.
