La afición le dio su apoyo a sus Guerreros hasta el final

Hugo J. Castro Mesta

Torreón, Coah.- Regresaba el futbol al Nuevo Estadio Corona en el Territorio Santos Modelo y aunque desde temprano se abrieron sus puertas, el caos vial hizo que muchos llegaran a la mitad del primer tiempo. A decir verdad poco había que resaltar en los primeros minutos, que fueron fríos y no calentaban a nadie. Por ello se veía que algunos de los lugares estaban vacíos por miles de razones, aunque el corazón guerrero empezó a latir poquito a poquito.

Del primer tiempo había que resaltar el gol de Morelia, que ponía abajo en el marcador a los Guerreros que no encontraba la profundidad para llevar sus embates más allá de la media cancha.

Algunos pensaban que la porra de Morelia no había llegado, pero un grupo que hicieron el viaje estaban contentos del inicio de su equipo.

Al medio tiempo el público identificó a Jared Borgetti, quien sí hizo el viaje, pero estaba en la banca. Lo vio, lo saludó, lo vitoreó y lo sigue queriendo a pesar de todo. El delantero vive momentos difíciles extracancha, pero la afición se el entrega.

Romano sale con muchas dudas y le dice Oribe que se prepare por que entra al inicio del segundo tiempo.

El "Cepillo" empezó a darle una nueva dinámica al equipo, al grado que los Guerreros empezaron a jugar con más sentido a la ofensiva. Luego de varios intentos, "Hachita" saca su magia y le pone medio gol al "Lorito" que no desaprovecha.

Pero Droguett manda todo a la congeladora con el segundo tanto, que deja helados a todos. Los aficionados de Morelia se sienten como Monarcas y reparten recordatorios a todos los Guerreros. Pero el de La Partida iba por su tarde, al poner un gran pase a Darwin Quintero y que provocó el primer baile del colombiano.

Algunos aficionados de la Tribu, como si estuvieran en juego de la NFL, no les importó la baja temperatura y se quitaron la camisa.

Parece que los michoacanos van a sacar un punto, pero algo tenía los Guerreros para el final. Gran centro de Ludueña y Oribe con el "Cepillo" mete el gol del triunfo que desató la alegría en las tribunas, el desánimo entre los seguidores de Monarcas, que se enfrentaron a la Policía, para que el primer juego de los Guerreros sea recordado no por las ausencias, sino por la presencia de Peralta, que demostró que cuando se ama a esta tierra se hace hasta lo imposible para lograr la meta.