El francés Alexis Mabille usó dos tonos en prendas y cabellera para crear un look muy atrevido. (UNIVERSAL)
Magia y dramatismo, teatralidad y fantasía, en pocas palabras creatividad desbordada es lo que ofrecen los diseñadores durante la presentación de sus antologías de alta costura en las semanas internacionales de la moda.
La propuesta de estos genios de lo fashion no sólo implica las fastuosas prendas. El maquillaje y el peinado también son protagonistas indispensables de los recorridos en las pasarelas.
Labios encendidos, ojos profundos, accesorios delirantes, cabellos bicolor y maquillajes futuristas son algunas de las apuestas que se han visto desfilar recientemente en las capitales de la moda.
No siempre la genialidad es bien recibida. Hace unos meses, el británico Alexander McQueen fue criticado luego de la presentación, en París, de su colección otoño-invierno 2009-2010, protagonizada por mujeres-zombies de piel blanca y labios rojos desbordados.
"Surrealista, exagerado, rozando lo absurdo, despertar de un sueño para sumergirnos en un universo improbable", así fue como algún crítico describió la presentación del excéntrico McQueen.
A pesar de estos comentarios, el inglés y otros de sus colegas siguen desafiando el estilo, proponiendo looks extremos y lúdicos que han hecho de los desfiles de alta costura el escaparate ideal para mostrar los límites de la creación de rostros y peinados que, quizá, nunca se vean en la vida cotidiana, pero que se exhiben, lucen y se admiran sobre las pasarelas.
CIRCO OSCURO Las prendas transparentes y con volantes que el modisto italiano Riccardo Tisci confeccionó para la colección primavera-verano 2010 de Givenchy -firma para la que trabaja desde 2005- se completó con un maquillaje cargado y excesivo en ojos y labios.
El cabello de todas las maniquís que recorrieron la pasarela lució tan largo y lacio que se pudo convertir en el marco perfecto de un rostro pálido que sirve de lienzo para unos labios rojísimos. La mirada se profundiza gracias a un smoky eyes llevado al extremo.
Este juego de colores sirve de equilibrio para los tonos malva, negro, azul cobalto y morado que predominan en la antología, que fue calificada por algunos como un circo misterioso, un show gótico, mágico y dramático.
PLATA Y PASTEL El alemán Karl Lagerfeld se mantiene firme en lo suyo. La semana de la moda de París le da la oportunidad de mostrar mujeres ultrafemeninas pero con un toque de locura. En su reciente cita con la alta costura presentó tejidos con poderosa caída que lucieron maniquís con romántico maquillaje, rostros muy empolvados y con tímidos colores en mejillas y labios y párpados.
El detalle principal de este look está en el cabello, el cual se ha pintado con mechas color plata y con el que se forma, literalmente, un corazón, al más puro estilo de la famosa reina francesa María Antonieta. Para completar la propuesta del genio de Chanel, se añade un gran moño de organza que se acompaña con una flor del mismo tono y material.
FUTURISTA La propuesta de Valentino consistió en un jardín del edén, dentro de un mundo cibernético que podría ser, incluso, influencia de la exitosa película del estadounidense James Cameron Avatar, pues las modelos lucieron algunos destellos azules sobre los hombros.
Los vestidos de telas vaporosas y gasas se completaron con un maquillaje singular, caracterizado por el rostro en tonos nude, sin nada de color en mejillas ni labios. En los ojos, en cambio, se aplica una franja de color en tonos pastel: limón, lila, aqua, rosa, azul, verde... las cuales emulan las prendas y zapatos de la antología del modisto italiano.
En algunas de las maniquís se colocó sobre los ojos una banda de tela transparente -beige o verde aqua- que complementa la propuesta futurista.
El cabello se lleva lacio, peinado casi al descuido, con discretas mechas en el mismo tono que se lleva en la mirada.
DUALIDAD Y EQUILIBRIO
Las formas geométricas y los trajes sastre, vestidos y abrigos divididos en dos intensos tonos son la propuesta del diseñador francés Alexis Mabille, quien llevó esta dualidad hasta el cabello.
Las modelos que desfilaron por su pasarela tiñeron la mitad de su cabellera -temporalmente, claro- en colores intensos, como el rojo, amarillo, naranja, azul, negro y fucsia.
El peinado es sencillo, también dividido por la mitad, para formar un discreto chongo atrás que, prácticamente pasa desapercibido porque la dualidad que se lleva al frente ha acaparado toda la atención de los presentes. Para conseguir equilibrio y evitar saturar innecesariamente de color el escenario, el maquillaje que se eligió fue muy natural. Nada de blush. Sin ojos delineados, párpados coloreados ni cejas marcadas, sólo un poco de naranja sobre los labios.