Pérdida de peso, cambios en la manera de evacuar y dolor continuo localizado en el abdomen suelen ser señales de alerta.
El cáncer colorrectal es un enemigo que suele sorprender a sus víctimas y puede ser letal, pero cuando se realiza una detección temprana, cuando aún no ha rebasado las paredes intestinales y no se ha expandido a otros órganos, es posible vencerlo.
Cuando se localiza en una etapa avanzada, nos dice el médico Ricardo Villalobos, oncólogo del Hospital de Oncología del CMN Siglo XXI, desgraciadamente “lleva a la muerte, aunque si la enfermedad es detectada en etapa temprana o no ha afectado a otros órganos, se puede curar”.
En su experiencia médica ha visto que cuando la enfermedad sobrepasa la pared intestinal e invade los ganglios de alrededor, también puede darse la cura, “pero ya no hablamos de un diagnóstico temprano”.
Armas en alto
La batalla contra este tipo de cáncer es ardua, pues se sabe que “puede volver a aparecer en 50% de los casos… pero es cuando el cáncer invadió los órganos que están cerca de la pared intestinal, es decir, que se salieron de ahí”, indica.
Nos explica que el cáncer colorrectal es el crecimiento celular desordenado con capacidad de invadir el intestino y sus paredes e ir a otros órganos. “Tiene una discreta tendencia a afectar más a hombres, pero es muy similar en ambos sexos”, cuenta.
El doctor Villalobos menciona que los síntomas son varios: pérdida de peso, cambios en la manera de evacuar, dolor continuo localizado en el abdomen, así como anemia. “En caso de localizarse en el recto, puede presentarse sangrado”.
Entre los factores de riesgo asociados, menciona, están la baja ingesta de fibra, alto consumo de grasas polisaturadas, incremento en la masa corporal, es decir obesidad, y un factor hereditario también puede interferir.
En México, las cifras no son muy específicas, pero ocupa la cuarta causa en frecuencia de cáncer entre mujeres y la tercera de nuevos casos en hombres. Se tiene referencia que cada 10 minutos fallece un paciente por este padecimiento.
La ciencia trabajando
El oncólogo Villalobos menciona que el tratamiento estándar incluye quimioterapia, administrada por la vena o ya sea oral y en promedio se aplica cada dos o tres semanas por un mínimo de seis meses, lo cual depende de la situación.
“Afortunadamente, con el tratamiento actual los pacientes que se diagnostican en la etapa temprana pueden vivir como cualquier otro sujeto que no ha padecido la enfermedad”, afirma.
Recuerda que el tratamiento debe darlo un oncólogo y no olvidar que “no existe medicina alternativa, la gente afectada por esta enfermedad debe ir con un especialista y es recomendable que sus medicamentos y alimentos sean valorados”.
Deja en claro que “no existe tratamiento alternativo que tenga bases científicas para ser un tratamiento coadyuvante en este padecimiento”.
Sobre prevención, señala que es positiva una dieta rica en fibra, baja en grasas, evitar consumo de tabaco, hacer ejercicio, alejar la obesidad, y en los casos que se tenga antecedentes de parientes con esta enfermedad, se “debe asistir desde los 20 años con un médico especialista para hacerse revisiones continuas”.
El especialista cuenta que se puede prevenir acudiendo oportunamente al médico en caso de presentar anormalidades en el hábito intestinal, en caso de presentar dolor constante en abdomen, pérdida de peso inexplicable o bien, cuando no se justifica un caso de anemia, es importante que el paciente acuda al médico.