Gozar de autoestima o carecer de ella, es uno de los temas más tratados en los libros de autoayuda. ¿Realmente, una persona puede carecer de autoestima? Lo veremos adelante.
Es un principio filosófico, que los animales, las plantas, árboles, y seres humanos, tiendan a perseverar en su ser. En los animales, el instinto de conservación es muy poderoso. Aun en miles de variedades de plantas y árboles, estos seres producen sustancias químicas venenosas e irritantes que los protegen contra los depredadores. En el ser humano, el instinto de conservación es sumamente fuerte, pues a lo "animal" se agregan factores intelectuales, afectivos y espirituales que refuerzan nuestro "instinto de conservación".
¿Y las personas que se suicidan, traicionan su instinto de conservación? Creo, que nadie lo sabe. El autor de esta columna piensa que el suicida se priva de la vida con la esperanza de poder encontrar una vida mejor, después de haberse privado de ella. ¿Contradictorio?. ¡Claro que lo es!, pero esta es una de las grandes paradojas del ser humano.
Por principio biológico y espiritual, todo ser humano tiende a perseverar en su "ser". Por esta sola razón, sería imposible que una persona no pudiera estimarse. Aun, los peores criminales, cuando han sido arrestados, piden los periódicos donde se habla de ellos.
Para una persona, nada hay más importante en el universo, que su propio ser. Pero siendo todo ser humano esencialmente un ser espiritual, es capaz de sacrificar su vida por otra persona, alguna causa noble, o la patria.
La realidad, es que cada uno de nosotros podemos tener una pésima opinión como seres humanos, y al mismo tiempo, amarnos por sobre todas las cosas. Una persona puede reconocer que es traidor, de bajos instintos, verse como una persona despreciada por los demás, pero eso no le impide que desee seguir viviendo en la inmundicia y defender su vida y sus intereses a costa de todo lo demás.
Los seres humanos somos mucho más sinceros de lo que creemos, al momento de juzgar nuestras conductas y en saber si somos o no seres despreciables. Conocedores de nuestros grandes defectos y vicios, tratamos de ocultarlos a los demás, pero seguiremos viviendo de la misma manera viciosa.
Critilo dice, que cuando una persona sabe que goza de valiosas virtudes, sabe también que potencialmente puede cometer las perores atrocidades. Por todo lo anterior, es dañino tratar de mejorar nuestra autoestima a través de mecanismos artificiales como lo indican los libros de autoayuda. No se trata de mejorar nuestra autoestima como un objetivo. Lo importante, es tratar de desterrar conductas que nos envilecen y nos hacen sentir mal. La mejoría debe darse en nuestro comportamiento ético.
Y si queremos un aumento de nuestra autoestima, debe ser en áreas donde entre en juego nuestras capacidades y habilidades. Ahí sí, podremos tener un excelente concepto de nosotros mismos. Y en el campo humano, lo mejor será siempre, comprometernos a vivir una vida llena de nobles propósitos.