El domingo pasado, en la emisión nocturna de La Jugada, transmitida por Televisa, mi amigo y compañero Miguel Gurwitz mostró la entrevista que le hizo, a más de cuatro meses de la eliminación del Tri en el Mundial, al estratega nacional Javier Aguirre.
En la intimidad de su hogar, el "Vasco" accedió a responder las preguntas que han rondado la cabeza de millones de aficionados durante y después de la justa sudafricana y que no aciertan a entender, mostrando esa facilidad de palabra y la aparente franqueza que lo han hecho famoso.
Miguel le preguntó si Guillermo Franco jugó lesionado y la respuesta evasiva fue que el "Guille" estaba al 100% para la función que se le había encomendado. Flaco favor le hizo el técnico, ya que la supuesta "función" nunca se supo en qué consistió y si la desempeñó de manera tan gris, sólo un loco se la hubiera encargado.
En otra cuestión, apareció el nombre de Andrés Guardado y la razón para dejarlo en el banco de suplentes fue, según el adiestrador nacional, porque es necesario tener siempre un buen cambio, aunque el suplente sea quizá mejor que el titular. ¡Válgame Dios, esto en un Mundial, donde los puntos valen oro, es como para Ripley!
También se le cuestionó el escaso aparecer de Javier Hernández, y ahora su tocayo Aguirre se acogió a la fórmula que Sir Alex Ferguson usa en el Manchester United para llevar poco a poco al "Chicharito". Nada más que el inglés tiene toda una baraja de super estrellas para alinear y quién dejó en la banca al ariete tapatío fue precisamente esa nulidad llamada Guillermo Franco.
En otra contestación maravillosa dijo que alineó a Adolfo Bautista porque le "latió".
O sea que nuestro salvador futbolístico, aquel Mesías venido de tan lejos para rescatar al balompié nacional, con base en una corazonada, puso en el encuentro más trascendente a un jugador que no había jugado prácticamente ni en partidos amistosos y que por ende carecía de ritmo y garra para enfrentar a los duros argentinos. ¡Ole!
Aguirre dijo no haber tenido ningún problema con su auxiliar Mario Carrillo aunque es bien sabido que las cosas no fueron fáciles y que hoy no se pueden ni ver, así como su aprecio por Néstor de la Torre aunque no hayan podido tener una relación más cercana. Dicho de otro modo, con su auxiliar salió "bronqueado" y con el director de Selecciones no tuvo comunicación. ¡Ole y ole!
Sin embargo, la respuesta que se lleva la palma es aquella donde culpa a los medios de comunicación de generar un ambiente derrotista previo al juego ante Argentina y decir que a ello se debió su actitud en aquella conferencia de prensa la noche anterior al partido ante los pamperos. Además afirmó que su apariencia era una y sus palabras otras cuando el mensaje que vimos era absolutamente negativo.
Por ello, te pregunto, amable lector, ¿tú le crees a Javier Aguirre? Yo tampoco.
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