Hoy será un día diferente en la vida de los aficionados de Santos Laguna, los tiempos que corren actualmente obligan a que la transmisión del partido contra Toluca no pueda ser visto en tele abierta, el primer experimento de agotar los boletos antes de 48 horas del juego no resultó.
Un sentimiento de "entiendo, pero no estoy de acuerdo" vive en la mayoría de los seguidores de los Guerreros, algunos llegan a pedir una "garantía", "está bien, hago el esfuerzo pero garantízame un buen espectáculo y ya de paso que gane el Santos", esto por supuesto no es posible, es como si cuando vas al cine (con precios nada accesibles, por cierto) exigieras con la compra de tu boleto que la película te satisfaga y no sólo a ti, porque si no le gusta a tu novia, entonces eres capaz de exigir el 50 por ciento de reembolso.
Lo que sí puede exigir el aficionado a su equipo es la disposición, el esfuerzo por querer hacer bien las cosas, las ganas de agradar y de intentar obtener el mejor de los tres resultados que se juegan en cada partido de futbol, sin dejar de correr el riesgo implícito de empatar o caer derrotado, porque nos guste o no, como dijera aquel sabio del balompié "así es el futbol".
Se habla de la evidente crisis por la que lentamente atravesamos, por eso llama la atención que los boletos más accesibles se terminen prácticamente el primer día de venta, uno podría pensar que la raza más necesitada hace el gran esfuerzo y responde, en contraparte los de mejores ingresos no adquieren los lugares de 1,000 y 850 pesos, que normalmente lucen semivacíos o de plano prácticamente desolados.
Pero, atención, ¿no será que por culpa de la crisis, los que antes podían comprar los boletos más económicos ahora se abstienen y los que compraban los de un costo intermedio ahora adquieren los más accesibles? Los lugares que antes compraba la cada vez más golpeada y en vías de extinción clase media simplemente ya le resultan prohibitivos.
Hasta el momento la platea elite y federativa con costo de 1,000 y 850 pesos, respectivamente, son un reto para la dirigencia santista que buscará afanosamente la manera de que el aficionado se anime a comprarlas.
Son tiempos difíciles y no se ve todavía la luz al final del túnel. Directiva, jugadores, aficionados y medios de comunicación debemos de redoblar esfuerzos, nosotros en cuanto a la promoción, en despertar en el seguidor guerrero que tiene los medios para asistir cada quince días a los partidos, los jugadores a escenificar un espectáculo digno que no quede la menor sospecha de que se luchó por cada balón los noventa minutos y la directiva, que ya implementó una serie de actividades previas y posteriores, amenizadas por grupos musicales donde el aficionado puede ganar premios, desde boletos para el juego de nuestra Selección, asistencia al juego contra Estudiantes en una de las suites con todo incluido, pases para la Chopería, donde disfrutará el partido desde una vista envidiable y con las bebidas preferidas en la modalidad de barra libre, balones y camisetas autografiadas y un largo etcétera.
